La compañía española de fabricación de puntos de carga Wallbox ha anunciado un programa de reducción de gastos, para adecuarse a la previsión de ventas, que se ha visto lastrada por el retraso en la entrega de los vehículos eléctricos por parte de la industria de la automoción. Esta iniciativa conllevará un recorte de la masa salarial del 15%, que, junto con la rebaja de otros gastos operativos, supondrá un ahorro anual de alrededor de 50 millones de euros.
A pesar de que en la nota de prensa se informaba de que la decisión «afectará aproximadamente al 15% de la plantilla», fuentes de la empresa han matizado a La Tribuna de Automoción que no se trata de que de los 1.400 empleados se vaya a despedir a 210, sino que ese porcentaje se reducirá de la inversión en salarios. En el comunicado de la entidad cotizada, se precisa que «este ahorro estará repartido a partes iguales entre gastos operativos y de personal», lo que implica 25 millones en reducción en sueldos.
El proceso, que aún no se conoce a qué departamentos afectará, se iniciará el 6 de febrero y durará aproximadamente un mes. Desde Wallbox recuerdan que entre 2021 y 2022 se crearon 1.200 nuevos puestos de trabajo, a la vez que ha incrementado su capacidad industrial para poder producir un millón de unidades al año. Por ello, a pesar de los recortes, va a seguir siendo una empresa que ha generado empleo neto en los últimos ejercicios. En este sentido, cabe recordar que en 2019 contaba con una plantilla de 200 trabajadores solo.
Previsión de 13,6 millones de coches de pasajeros enchufables en el mundo en 2023
Asimismo, la compañía señala que su actividad está aún muy ligada a la carga doméstica, por lo que sus operaciones están muy influenciadas por la venta de vehículos eléctricos, que en 2022 acabó por debajo de la previsión esperada, aunque según los datos de Bloomberg —que pronostica una venta de 13,6 millones de coches de pasajeros enchufables para 2023—, pasó de 3, 2 millones en 2020 a más de 10 en 2022. El objetivo de Wallbox es reequilibrar las operaciones hacia los puntos públicos.
Con estos recortes, la entidad, que perdió 31,3 millones de euros en el primer semestre, pretende alcanzar la rentabilidad «casi un año antes de lo previsto». Antes de esta decisión, que ha sido calificada por el CEO y cofundador de la tecnológica, Enric Asunción, como «dolorosa», la previsión era que el Ebitda fuera positivo en 2024 y en 2025, el cash flow, según señaló el propio consejero delegado en una entrevista con La Tribuna de Automoción, el pasado mes de julio.
