Wallbox ha logrado durante el primer semestre de 2022 unos ingresos de 67,8 millones de euros, lo que significa un crecimiento del 148,08% respecto a las cifras obtenidas el curso anterior. Esto ha sido posible gracias a un incremento interanual en el volumen de ventas de un 125,34%, hasta las 115.000 unidades.
Solo en el segundo trimestre, la compañía logró elevar su facturación hasta los 39,5 millones de euros (+124%), al realizar 64.000 operaciones, un 95% más frente a 2021. Este incremento está vinculado a su expansión a otros mercados, habiendo obtenido presencia en hasta 105 países (+7,14%) al final del primer semestre, lo que ha hecho, además, que el número de trabajadores se sitúe en torno a los 1.100 empleados —un 10% más que durante los primeros tres meses—.
Asimismo, Wallbox ha arrojado un margen bruto del 41,25% entre abril y junio. Sin embargo, el resultado neto se muestra negativo. En concreto, la compañía ha perdido 31,3 millones de euros repartidos de forma casi simétrica en ambos tercios de lo que va de año. A pesar de esto, los directivos han señalado que se trata de un balance que se ajusta a sus previsiones, ya que no esperan generar un Ebitda positivo antes de 2024.
Su CEO, Enric Asunción, ha señalado que Wallbox se encuentra actualmente buscando «oportunidades que estén en sintonía con nuestro plan estratégico, al mismo tiempo que nos permitan crear valor para nuestros accionistas». En esa línea, la compañía ha cerrado acuerdos con Coil, firma dedicada a la innovación en materia de energías renovables, y con Ares, proveedor de componentes electrónicos.
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