La decisión de Argelia de congelar las relaciones con España, como consecuencia del cambio de postura en relación al Sáhara Occidental, apenas afectará a la industria de automoción nacional, que exportó al país magrebí en 2021 productos por valor de 43,36 millones de euros, lo que supone solo un 0,11% del total del comercio exterior de todo el sector, que alcanzó los 40.449,98 millones el pasado año.
La implicación que tuvo en la actividad en el primer trimestre de 2022 es incluso menor, al representar únicamente un 0,08%, con 8,26 millones de euros de un total de 10.416,11, según los cálculos de La Tribuna de Automoción, en base a los datos de transacciones exteriores del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Dentro del capítulo de ventas internacionales, en 2019 se destinaron al mercado argelino 13.786 vehículos (un 0,6% del total), por un valor de 11,45 millones de euros; en 2020, 4.219 (un 0,2% y 11,19 millones) y en 2021, 5.171 (0,3% y 22,58% millones de euros), según los datos de Anfac y de la secretaría de Estado de Comercio Exterior.
La primera crisis con Argelia, la de 2019
Los vínculos del motor con el Estado norteafricano se vieron golpeados a mediados de 2019, cuando su Gobierno decidió, a mitad de curso, limitar en un 50% las importaciones de CKD y SKD (vehículos medio fabricados que se finalizan en el país) para que se construyeran al completo localmente. Un cambio de rumbo que remató en 2020 cuando directamente se anularon este tipo de operaciones.
Desde entonces, las exportaciones de componentes no han hecho más que caer, ya que estos coches semiensamblados se contabilizaban en este apartado. Como muestra, las compras de la nación africana a España de piezas de automoción subieron de 37,45 millones de euros en 2016 a 140,87 en 2017 y a 692,97 en 2018. Desde entonces, fueron en retroceso, con 447,5 en 2019, 18,28 en 2020; 20,78 en 2021 y 4,98 en el primer trimestre de 2022.
La postura de este país afectó a las plantas de VW Navarra y Seat Martorell, que entonces estimaron que perderían unas 30.000 unidades anuales —kits que después se finalizaban en el centro de Relizane, inaugurado en julio de 2017, donde trabajaban unas 800 personas, gracias a la joint venture entre el consorcio alemán y la argelina Sovac—, pero principalmente a la actividad de la propia Argelia. Según los datos de la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA), mientras que en 2018 se ensamblaron 70.597 coches en el país y en 2019, 60.012, en 2020 y 2021, se hicieron solo 754 y 5.208 unidades, respectivamente.
Antes de que se limitaran y luego prohibieran definitivamente los CKD, en Argelia se llegaron a montar, a partir de kits, coches de las marcas Renault, Mazda-Fiat, Hyundai y Kia, además del mencionado Grupo VW. Una actividad que iba en aumento, pero que desde entonces es prácticamente nula, como reflejan las cifras mencionadas de la OICA.
También el mercado argelino ha colapsado, y frente a un récord histórico de 429.960 vehículos ligeros comprados en 2013, fueron bajando hasta las 123.964 de 2019, tocando fondo en 2020, con 20.571, como consecuencia de la pandemia de coronavirus, y 20.661 en 2021, según la web Focus2move, cuando el objetivo que se habían fijado para 2022 era alcanzar las 500.000 unidades.
Retomando la afectación a la automoción en España, las tensiones, aún tienen menos incidencia en las importaciones del auto, puesto que en 2021 se adquirieron vehículos argelinos por valor de 80.000 euros —en el primer cuarto del presente curso, 40.000 euros— y en 2020 la cifra fue cero. Por su parte, el sector de los componentes no compró nada, una tónica que se ha repetido prácticamente en los últimos siete ejercicios, con la excepción de 2020, cuando se trajeron piezas por un monto de 3,44 millones de euros.
Los productos españoles, dos meses parados en Argelia
El Gobierno de Argelia suspendió desde ayer 8 de junio «de manera inmediata» el acuerdo de amistad, buena vecindad y cooperación suscrito con España en 2002, por el «giro injustificable» del Ejecutivo de Pedro Sánchez, el 18 de marzo, en relación al Sáhara Occidental, por el cual nuestro país reconoce esta región como una autonomía dentro Marruecos.
En esta misma línea, la Asociación de Bancos y Establecimientos Financieros del Estado magrebí ha anunciado la congelación de las domiciliaciones bancarias en operaciones provenientes y destinadas a España, aunque, según informa El País, los productos nacionales dependientes del Ministerio de Agricultura africano llevan dos meses bloqueados en las fronteras y «a algunos socios argelinos de empresarios españoles les han dicho que vayan buscando otros proveedores porque de España no va a entrar nada», recoge el diario.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, lamentó ayer la decisión de Argelia y ha anunciado que el Gobierno prepara una respuesta «serena y firme» en favor de las empresas de nuestro país, estudiando incluso denunciar al país ante la UE, por vulnerar el acuerdo de asociaciones con las comunidades europeas de 2005. Bruselas ya ha pedido a la nación africana que «dé marcha atrás»
No obstante, a diferencia de las últimas crisis —coronavirus, falta de semiconductores e invasión de Ucrania—, la industria de automoción verá el conflicto sin grandes preocupaciones, a menos que afecte al suministro de gas proveniente del país del Magreb.
