Los resultados económicos de Grupo BMW en el año 2021 superan los objetivos que se había fijado la propia marca y suponen máximos históricos en varios parámetros, entre los que destacan unos beneficios netos de 12.463 millones (+223,1%). Los 111.239 millones en ingresos (+12,4%) y 16.060 de ganancias antes de impuestos (+207,5%) también suponen su mejor cifra de todos los tiempos.
Según el comunicado de prensa publicado hoy mismo, la compañía atribuye este rendimiento al mayor porcentaje de ventas en vehículos de mayor coste, el incremento de los precios y el buen funcionamiento de su gama de productos. En total, realizaron un 8,4% más de entregas que en 2020 para un total de 2.521.514 unidades, de las cuales 328.314 fueron de vehículos eléctricos, que representaron un 13% y crecieron un 70,4% interanual.
En cuanto a las cifras concretas para su segmento de automoción, la crisis de semiconductores hizo que, en lugar de lanzar modelos nuevos, la empresa centrara su estrategia en aquellos que mejor rendimiento económico aportaban. El resultado es positivo, con unos ingresos de 95.476 millones de euros, un 18,1% más que el ejercicio anterior.
El ebit fue de 9.870 millones, lo que supone un potente crecimiento del 345,5%, y deja un margen operativo del 10,3%, “muy superior” a las previsiones de la corporación. Además, el free cash flow de la división también fue el mejor de su historia, con 6.354 millones de euros.
Buenas noticias para los accionistas
Estos resultados económicos positivos vienen acompañados de noticias igualmente buenas fuera del plano financiero, en el que BMW se muestra contento por los avances en materia medioambiental, después de incrementar en el citado 13% sus entregas de VE y de reducir las emisiones de CO2 de la nueva flota en Europa a 115,9 g/km.
“Pretendemos mantener nuestra promesa de hacer a los accionistas partícipes del éxito de la compañía de forma fiable y proporcionada,” aseguró Nicolas Peter, miembro de la Junta Directiva de BMW AG Financiero.
Según la propia nota de prensa, esto se traducirá en 3.827 millones a repartir entre el accionariado, a través de un dividendo propuesto de 5,80 euros por cada título ordinario y 5,82 por preferente, lo que supone un gran incremento en la cantidad a percibir –que fue de 1,90 y 1,92 euros en 2020– sin comprometer el ratio de pago, del 30,7%.
La inversión en I+D también estuvo asegurada gracias a estos resultados, sumando en el curso previo 6.299 millones de euros, un 10,7% más que hace dos años. Finalmente, es igualmente reseñable la promesa de la marca de aumentar sus contrataciones. Tras concluir 2021 con 118.909 empleados, un 1,5% menos interanual, anuncia que a lo largo de este ejercicio prevé incorporar más mano de obra para ayudar en su proceso de digitalización y electrificación.
