El Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) anunció el día 10 de noviembre la convocatoria de huelga para todo el sector de cara a la campaña de Navidad. Así, la patronal ha decidido que, ante el “abandono por parte del Gobierno”, pararán dos jornadas completas de 24 horas antes de nochebuena, entre el 20 y el 22 del próximo diciembre.
Según han comunicado, la situación, que ya llevaba siendo tensa los últimos años debido a los escasos avances en cuanto a temas como la euroviñeta, ha estallado finalmente debido a las “subidas desorbitadas” del precio del diésel, que, a su juicio, “ha dado la puntilla a un ámbito muy tocado desde antes de la pandemia”.
Para la federación que aúna a las empresas de transporte españolas, “los canales razonables de negociación se han agotado”, aunque, horas más tarde, la ministra Raquel Sánchez intervenía para confirmar que el Ejecutivo “aún tiene margen” para que las conversaciones prosperen y la huelga sea desconvocada.
En este contexto, la exalcaldesa de Gavá explicitó que, pese a los paros anunciados, su equipo sigue manteniendo “una disposición total y absoluta a seguir hablando”; mientras que, desde la patronal han dejado claro que solamente cederán si se sucede “un cambio radical y urgente por parte del Gobierno”.
Además, el CNTC también ha atacado a las compañías que contratan los servicios de sus asociados, acusándoles de una “absoluta falta de sensibilidad”, debido a que existen algunas entidades que “se aprovechan de una posición de dominio” y provocan “un enorme problema de falta de conductores profesionales ante el trato degradante e inhumano en las condiciones en las que realizan su trabajo”. Por ello, según matizan en el comunicado de prensa en el que se anunciaba la huelga, tampoco se podrá alcanzar ningún acuerdo si estos actores no se implican en mejorar de forma ostensible la situación actual de los camioneros.