El CEO y fundador de Silence, Carlos Sotelo, ha aclarado que, aunque «la que se ajusta por medidas, dimensiones y capacidades es la nave de Montcada i Reixac —de las tres que dejará Nissan vacías en Barcelona a partir del 31 de diciembre—, lo que tenemos que hacer es impulsar Silence y la nave no es tan importante».
Así respondía Sotelo a una pregunta efectuada por este medio, en un corrillo con la prensa, sobre si podrían emplear Sant Andreu de la Barca, en caso de que cristalice la opción de que la china Great Wall Motors reindustrialice Zona Franca y utilice además Montcada, algo que también estaría barajando.
En este sentido, tras la presentación de la sede y de su primer coche, que además tienen intención de hacer en la actual planta de Nissan Barcelona, matizó que «se nos ha pedido que dijéramos cuál era la ubicación preferible y a partir de ahí esa es la propuesta que hemos presentado a la mesa de reindustrialización de Nissan y esperamos que [la respuesta] sea positiva en este sentido.
400 empleos y 30.000 coches en cinco años
En relación a las cifras que maneja Silence para establecerse en Nissan Montcada, Sotelo recordó que han planteado «una inversión de 30 millones de euros» y en el plano de los empleos la nueva planta generaría «160 puestos (son los que tiene en la actualidad), al inicio» y podría crecer «hasta los 400 trabajadores», en función de la demanda. Algo que es una incógnita porque es «un segmento totalmente nuevo».
No obstante, la empresa catalana propiedad de Acciona, baraja alcanzar los 30.000 coches en cinco años, de los que prevén que el 80% se venda al cliente privado y el 20% a flotas. El inicio de la producción se efectuará, en principio, «antes de verano» aunque no se sabe cuál será la fecha porque les está afectando, «como a todos los fabricantes la situación de escasez de materias primas, sobre todo de los microchips».
En cualquier caso, el plan es que todavía en 2022 se siga produciendo en su actual sede de San Boi de Llobregat (Barcelona) y que en el primer año se hagan «no más de 1.000 unidades, va a ser una producción pequeña, pero que va a servir para testear el mercado y para que los distribuidores empiecen a probar el coche en toda Europa».
Estas unidades se incluirían inicialmente en servicios de sharing de Acciona, «primero se hará en Madrid donde es más fuerte y está funcionando de una forma espectacular y esperemos desatascar el tema de las licencias en Barcelona».
Entre 7.500 y 12.000 euros, precio estimado
En cuanto al propio vehículo, denominado S04, Sotelo ha señalado que por la inestabilidad del suministro de piezas no pueden estimar en detalle el precio, si bien ha comentado que alquilando las baterías mensualmente el coste de compra del coche sería de unos 7.500 euros y con la pila en propiedad podría alcanzar los 12.000 euros.
El modelo en cuestión, que mide 2,3 metros de largo y 1,3 de ancho, tendrá dos versiones, una que alcanzará los 45 km/h y se podrá conducir como un ciclomotor y la otra la L7e para la que hará falta carné y que alcanzará los 90 km/h. La autonomía media será de 120 km/h, gracias a las dos baterías de 5,7 kW (por unidad) que equipa.
En relación a la posibilidad de que la compañía produzca este cuadriciclo para Seat, adelantada por La Tribuna de Automoción, Sotelo ha recordado que «tienen una relación muy estrecha con Silence y un acuerdo para desarrollar una motocicleta que está dando muy buenos resultados».
«Entre ambas marcas copamos el 51% de la cuota de mercado, tenemos una colaboración muy interesante y esperemos que dé frutos en más ruedas, pero de momento solamente estamos con dos ruedas».
Silence produjo 9.200 motos para el mercado europeo en 2020 y prevé situarse en las 10.000 en 2021. Además, el CEO de la compañía ha avanzado que esperan exportar fuera de Europa no tardando mucho.
