El primer Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación (Perte) español, apoyado por los fondos de recuperación europeos, será el de automoción y estará liderado por Seat, el Grupo VW e Iberdrola, con el objetivo de «montar la primera fábrica de baterías», aunque estará «abierto a otros socios», tal y como avanzó la ministra de Industria, Reyes Maroto, hace unas semanas.
Sin embargo, a pesar del anuncio del Gobierno del 4 de marzo, aún quedan muchos trámites por resolver antes de su aprobación definitiva, por lo que el Perte no estará operativo hasta verano como pronto, según ha podido saber La Tribuna de Automoción de diferentes fuentes del sector. Asimismo, a pesar de que será accesible a más empresas, estas fuentes prevén que solo habrá una gran empresa encabezando la iniciativa, si es capaz de cubrir toda la cadena de valor.
El próximo paso —una vez que este Perte está ya definido— será su aprobación en el Consejo de Ministros, algo que llegará previsiblemente en abril, en el mejor de los casos. Además, aún queda por desarrollar el reglamento de registro y la apertura del mismo en los ministerios para que las empresas muestren su interés por él, ya que inicialmente el plan estará disponible a todas las compañías bajo un título amplio, como por ejemplo Perte de la cadena de valor del vehículo eléctrico. Por último, se efectuará la adjudicación, por lo que en el mejor de los casos se constituirá de pleno derecho en junio.
Negociación con Bruselas para incrementar las ayudas de Estado
Asimismo, hay que aclarar que España no estará en el accionariado del proyecto de fabricación de baterías para vehículo eléctrico que, en conjunto, prevé movilizar una inversión de alrededor de 5.000 millones de euros, sino que el Ejecutivo de Pedro Sánchez se limitará a aportar subvenciones europeas, hasta el máximo que permita Bruselas.
De hecho, según ha podido saber esta publicación, el Gobierno negocia con la Comisión para poder exceder las normas de ayuda de Estado habituales. Para apoyar la iniciativa, las herramientas con las que cuenta la Administración son el Programa de Impulso de proyectos tractores de Competitividad y Sostenibilidad Industrial, con una dotación de 1.270 millones de euros en tres años, y, según recordó Maroto a La Vanguardia, «en los fondos europeos hay más de 1.100 millones para movilidad y en Industria contamos con financiación para baterías y fabricación de vehículos, dentro del cambio del proceso productivo. Además de partidas de Ciencia».
El hecho de elegir el proyecto de automoción como el primero a tramitar se debe a que «era el más grande» porque incluye toda la cadena de valor del coche eléctrico, desde la mina de litio hasta la producción del vehículo. Tanto es así, que muchas de las 750 solicitudes que recibió el Ministerio de Industria en la call of interest tenían relación con esta iniciativa.
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