Las cifras obtenidas por la DGT durante 2020 no serán utilizadas para las comparativas interanuales una vez se obtengan las de 2021. Debido a la incidencia de la pandemia en la movilidad a lo largo del curso pasado, el director general de Tráfico, Pere Navarro, ha confirmado que los datos recabados no se usarán como referencia, porque «el coronavirus condiciona todo». Así, una vez finalizado el presente ejercicio, la retrospectiva se hará teniendo en cuenta lo registrado en 2019.
Navarro ha defendido este planteamiento durante un coloquio organizado por Executive Forum España, basándose principalmente en que los registros de 2020 que han sido publicados recientemente por el organismo que dirige notifican que fallecieron 870 personas (-21%) en vías interurbanas a 24 horas —nunca hasta ahora se había descendido de las 1.000 muertes—, pero que esto contrasta con la bajada de la movilidad general del 25% (contando con los meses de confinamiento durante el primer estado de alarma). Ha puesto de relevancia además que esa cifra total de accidentes mortales es menor que una semana media de fallecidos por Covid-19, poniendo el ejemplo de que, durante las semanas más duras, se superaban los 900 muertos al día —como es el caso del 30 de marzo—.
No obstante, como nota positiva, emergen los números del transporte de viajeros por carretera, pues el responsable de Tráfico ha mencionado que, durante todo 2020, únicamente hubo que lamentar un fallecimiento en autocar, mientras que en 2019 no existió ninguno. Por ello, comentaba que «podemos estar ante la modalidad de desplazamiento más segura de España».
Gestión inédita para la crisis de Filomena
Durante el mismo evento, Navarro aprovechaba para afirmar que su equipo «lleva los últimos 10 días dedicado íntegramente a las nevadas», y que empezaron a actuar desde varias jornadas antes, dando orden el jueves 7 de enero (cuando comenzaron a caer los primeros copos) de embolsar la circulación de camiones en Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Aragón, llegando, durante la noche del 8, a registrar 11.311 vehículos industriales embolsados en 127 puntos de la orografía española. En ese mismo día 8 se logró que ninguno de ellos transitase por la Comunidad de Madrid, para evitar cualquier tipo de dificultad —algo que no había ocurrido nunca hasta ahora—.
De igual forma, en el momento en que la nieve empezó a bloquear las vías urbanas e interurbanas de la capital, la DGT ordenó que se decretase el nivel rojo para los ciudadanos, obligando a la circulación con cadenas de todos los turismos para tratar de reducir los desplazamientos no esenciales—de igual forma, primera vez en la historia que sucede esto, según el responsable de Tráfico—.
No sería hasta el miércoles 13 cuando se daría por finalizado el operativo, una vez se hubo constatado que no quedaba ningún camión embolsado —el 10 comenzaron a salir aquellos cuyo destino era Portugal o puntos periféricos de España, mientras que el 11 pudieron entrar en Madrid—. Una situación anómala que dejó, durante los peores días del temporal, 16.350 de kilómetros de carreteras cortados —de un total de 165.000—. De ellos, 5.300 estaban cerrados a vehículos pesados, 8.000 tenían implantada la norma de cadenas obligatorias, y 2.689 fueron cerrados totalmente.
