El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha activado desde hoy martes dentro del sistema telemático de gestión de la ayudas del Plan Renove todos los formularios para que los solicitantes puedan remitir el resto de la documentación justificativa de la compra del vehículo y así completen el proceso, para que, una vez se les valide el expediente, cobren la subvención.
Hasta la fecha, y desde el pasado 20 de octubre a las 10 de la mañana, cuando se abrió la aplicación electrónica, los posibles beneficiarios del programa tan solo podían realizar una reserva de presupuesto aportando una información mínima obligatoria (pinche en este enlace si quiere pedir los incentivos), como las características del coche (marca, modelo y versión) y la fecha del pedido o de la adquisición (hay que justificarlo documentalmente); así como la firma de unos poderes si el procedimiento lo realiza una empresa en representación de uno mismo –podría ser el propio concesionario–. Desde la apertura de la ventanilla, se han registrado alrededor de 15.000 peticiones, según ha podido saber La Tribuna de Automoción de fuentes del sector.
A partir de ahora, estas solicitudes y las nuevas que entren ya podrán resolver el 100% de la tramitación remitiendo, entre otras cuestiones, copias de la ficha técnica del vehículo nuevo, del permiso de circulación, del justificante del pago y de la documentación del modelo achatarrado; y los datos de la cuenta bancaria a ingresar la ayuda. Entre la reserva inicial de los fondos y la entrega de todos los documentos, se dispone de un plazo de 120 días si se compra un turismo, una furgoneta o una motocicleta y de 180 si es un autobús, autocar o camión.
Lenta afluencia de interesados
El Renove, aunque abrió la ventanilla para solicitar la ayuda el 20 de octubre, cubre matriculaciones de coches nuevos realizadas desde el 15 de junio, cuando el presidente del Gobierno desveló las líneas maestras del programa en el evento de presentación del plan de choque estatal para la industria de automoción, dotado con 3.750 millones de euros.
Pese a este amplio periodo, en estos momentos, tan solo se han reservado 20.305.300 euros de los 250.000.000 movilizados, es decir, apenas un 8,12%, según informan fuentes sectoriales. De ese montante, 11.839.650 euros corresponden a la línea de turismos (M1) –un 5,92% sobre los 200 millones fijados para esta categoría–, 6.478.000 euros a la de autobuses, autocares (M2 y M3), furgones y camiones (N2 y N3) –un 32,39% de un total de 20 millones–, 1.081.250 euros a la de motos (L3, L4, L5, L3e, L4e y L5e) –un 21,63% de 5 millones– y 906.400 euros a la de furgonetas ligeras (N1) –un 3,63% de 25 millones–.
La reducida cantidad de reservas se produce cuando quedan 51 días de vigencia del Renove, hasta el próximo 31 de diciembre, por lo que es de esperar, salvo sorpresa, que el plan venza con mucho presupuesto sin gastar. En este sentido, sería deseable su prórroga, de acuerdo con fuentes sectoriales, algo para lo que es necesario otro real decreto-ley modificativo del 25/2020, de 3 de julio, de medidas urgentes para apoyar la reactivación económica y el empleo, a través del cual se convocaron las subvenciones y se define su duración.
Detrás de los modestos números que ha registrado hasta el día de hoy el plan hay “varias razones”, según exponen a esta publicación las mismas fuentes, que reconocen, de todos modos, que las ayudas sirvieron, sobre todo en los primeros meses, para mover el mercado y están cumpliendo su objetivo. Entre los obstáculos, más allá de la necesidad de que los solicitantes tengan que realizar el proceso con un certificado electrónico, se encuentra el hecho de que el programa “es más complicado que el PIVE” y que la ayuda para los coches de gasolina o diésel con etiqueta C es reducida, –entre 600 y 1.600 euros para turismos dependiendo de si el solicitante es particular o empresa y contabilizando la aportación de los vendedores–, lo que podría hacer que la gente opte por vender en el mercado de segunda mano su coche antiguo y, por tanto, no acceda al plan. Asimismo, tiene un peso relevante la situación de crisis sanitaria, con zonas confinadas en el país, que hace que los interesados se resistan a ir al concesionario o a hacer cualquier trámite que requiera presencialidad.