Pocas veces un concept tuvo tanto éxito comercial. Después de que Lexus desvelase en 2012 su prototipo LF-LC, los amantes de los deportivos de altas prestaciones no perdieron el tiempo en reclamar a la marca una versión de producción. Y tras cinco años, el LC Coupé llegaba a las calles en 2017, cumpliendo con lo esperado y dotando a los nipones de una opción más radical de lo que ya tenían en cartera.
Sin embargo, lo mejor estaba por venir. Renovado, con más carácter y montando un purísimo V8 atmosférico, el LC 500 Cabrio desembarca en Europa como “el mejor y más bonito descapotable del mercado”, según los ingenieros que le han dado vida. Fabricado en la planta japonesa de Motomachi, su estética ha sido rediseñada por completo, afilando y levantando las líneas traseras, marcando más la silueta lateral y añadiendo agresividad a su morro en punta de flecha. Además, las llantas de 21 pulgadas le dotan de un perfil que el propio constructor califica como “imponente”.
Homologado con cuatro plazas —aun siendo un 2+2 en utilidad—, está construido sobre la plataforma GA-L, la misma que su predecesor coupé, por lo que, al añadir la capota retráctil, el constructor asiático ha reforzado todos los apoyos del chasis —más de 30 nuevos puntos de soldadura— para mantener su rigidez. De hecho, para que tampoco se produzcan turbulencias en el interior por la acción del techo al ser plegado —puede hacerlo en 15 segundos y a velocidades de hasta 60 km/h—, Lexus se ha aplicado a fondo para trabajar que los flujos de aire no afecten a los pasajeros, logrando que la sonoridad del habitáculo sea perfecta hasta los 140 km/h.
No obstante, lo más destacado del vehículo está en su mecánica. A las suspensiones multibrazo que configuran su amortiguación adaptativa inteligente y a su nuevo sistema de escape, se suma la joya de la corona: el V8 atmosférico de 5 litros con 477 CV (540 Nm de par), que puede alcanzar los 100 km/h en menos de 5 segundos con una máxima de 270 km/h. Este propulsor, que consume 11,7 litros a los 100, cuenta con cuatro modos de conducción: Eco (con reducción del uso de climatizador y otros sistemas), Normal, Sport (con una mayor entrega de potencia) y Sport + (que suma optimización deportiva de suspensión y chasis). Aparejado a él, aparece una nueva caja electrónica de 10 velocidades, con un sistema de cambio automático que modifica el uso de las marchas gracias al Big Data y facilita la tracción tras un paso rápido por curva.
En su interior, con inserciones de detalles en cuero bicolor de serie, destaca su gran pantalla central de 10,3 pulgadas, que se suma al cuadro de instrumentos digital de 8” y a la tecnología Head Up Display, que proyecta en la luna la información más relevante para el piloto, como las indicaciones de la navegación o las recomendaciones de seguridad. Aunque el mayor atractivo del habitáculo se centra en la climatización, ya que cuenta con un sistema de compensación de temperatura en modo cabrio, que reconoce las necesidades de temperatura de los ocupantes y envía flujos de aire caliente o frio de forma automática tanto a las piernas como al torso o las cervicales, para que la conducción sea lo más cómoda posible.
El modelo, que está disponible para su reserva en España desde el 25 de junio, puede adquirirse por 155.000 euros sin descuentos, y la firma también plantea opciones de renting con su financiera Kinto One con contratos de hasta 48 meses por 2.300 euros por cuota. En principio, Lexus únicamente comercializará 20 unidades en nuestro país —las cuales comenzarán a llegar a finales de año—, a las que se añadirán 2 de la versión especial Regata Edition, que se venderá por 165.000 euros o 2.450 al mes con alquiler a largo plazo.