Después de un modelo de lanzamiento que rompió con todos los esquemas tras ser desvelado en 2013, y de convertirse tras ello en el automóvil más vendido dentro del segmento B SUV con más de 110.000 unidades, Renault se ha preparado a conciencia para el paso a la segunda generación del Captur.
De las líneas de producción de Valladolid ha salido una silueta esculpida en salas de musculación, logrando unas líneas más marcadas, con el capó más inclinado y nervaduras acentuadas, y un techo más bajo en la parte trasera. Se le han añadido también protectores delanteros y traseros, que salvaguardan la parte baja del conjunto y los pasos de rueda, y unas llantas más grandes, de 18 pulgadas. Sus dimensiones crecen igualmente, ganando 11 centímetros de largo (423 cm en total), y dos en la distancia entre ejes (alcanzando unos poderosos 263 cm).
El habitáculo tampoco se queda atrás, pues los asientos han sido alargados 15 milímetros, el espacio disponible para las rodillas en la parte trasera aumenta 17 mm, y el volante se ha visto reducido considerablemente para transmitir una sensación de conducción más deportiva. En la misma línea de mejoras, incorpora, al igual que el nuevo Clio, un sistema de sonido Bose, que va completamente integrado en el interior de la carrocería, por lo que su maletero, en lugar de perder amplitud, gana litros, pasando de 455 a 536.
Mecánicamente, la electrificación se abre camino una vez más, ya que el Captur puede montar un propulsor híbrido enchufable E-Tech plug-in, que enlaza un motor gasolina de 1.6 litros con dos eléctricos y una batería de 9,8 kWh. Gracias a esta combinación, puede circular en modo 100% limpio desde los 45 hasta los 135 km/h, contando además con una autonomía urbana de 65 kilómetros sin usar combustible. No obstante, Renault también deja la elección a gusto del consumidor con varias opciones térmicas. Se ofrecen tres gasolina, de 100 CV (manual de cinco velocidades), 130 CV (manual de seis y automático de siete) y 155 CV (automático de siete); y dos diésel, de 95 CV (manual de seis) y 115 CV (manual de seis y automático de siete).
En España, su precio parte de los 16.631,66 euros (con descuento) del 100 CV gasolina y acabado Life —la gama más básica— hasta los 25.562,29 euros de los modelos 155 CV del mismo combustible con caja automática, pasando por los 24.849,16 euros del 115 CV de gasóleo.