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Opel Zafira Life, ahora una furgoneta

Ante la pérdida de popularidad de los monovolúmenes, Opel ha convertido a su Zafira en una furgoneta que será central para su ofensiva comercial, más grande que el Combo y más pequeña que el Movano.

Opel Zafira Life

Opel se va deshaciendo paulatinamente de sus vehículos de la era General Motors, para aplicar la fórmula PSA, que se basa en el ahorro de costes a través de compartir plataformas entre varios modelos y en apoyarse en los vehículos comerciales ligeros como pilar fundamental de la rentabilidad.

Esto es especialmente cierto en el caso del Zafira, ahora reconvertido en furgoneta —que se sitúa entre sus hermanos, por finalidad y tamaño, Combo y Movano—, tras haber sido un exitoso monovolumen desde su introducción en 1999. En sus 20 años de trayectoria hasta el cambio de carrocería, la marca del rayo consiguió comercializar 2,7 millones de unidades.

Sin embargo, las tendencias del mercado no han sido benevolentes con estas siluetas, especialmente cuando el público comenzó a sustituir ese nicho con todocaminos de siete plazas, o derivados de turismos grandes. El cambio en los gustos se puede apreciar claramente con la familia K9 de PSA —que incluye al Peugeot Rifter, Citroën Berligo u Opel Combo, todos ensamblados en la planta de Vigo—, que han dejado atrás su silueta utilitaria para aproximarse más a un SUV, e incluso han comenzado a contabilizarse como turismos en las estadísticas mensuales.

Y es que las cifras hablan por sí solas: desde 2014, las ventas del segmento en el que se inscribía el antiguo Zafira, MPV, cayeron un 59% (314.000 unidades), mientras que las de los furgones del segmento D han ido aumentando inversamente, con un 54% más. Por ello, y por aprovechar la misma plataforma de la Peugeot Traveller, con la cual comparte fábrica en Francia, la marca del rayo ha aprovechado para lanzar la nueva generación.

Llega unos meses después que el Vivaro, con el que comparte todos los elementos de chasis, dimensiones y motorizaciones. La diferencia entre ambas furgonetas es que esta última está enfocada al mercado comercial, mientras que el Zafira tiene al público particular en las miras, especialmente familias numerosas con recorridos de larga distancia o equipaje voluminoso; o, en su defecto, servicios de transporte de pasajeros.

Por ello, se puede configurar de una cantidad abrumadora de versiones diferentes. Está disponible en tres  longitudes, aunque todas mantienen la batalla. La más corta de ellas (S) mide 4,6 metros de largo, y a partir de ahí se puede incrementar dos veces 35 centímetros más, hasta las versiones M, de 4,95 metros, y L, de 5,3. Todas ellas, además, pueden montar de cinco hasta nueve asientos de tela o cuero, incluso en posiciones enfrentadas con una mesa abatible en medio.

Las motorizaciones son todas diésel, y provienen del cajón de PSA. En concreto, se tratan de los dos bloques de aluminio BlueHDi del consorcio frances, de 1.5 y 2.0 litros, que varían su potencia gracias a los turbocompresores, el ratio de compresión y la inyección, para ofrecer un total de cuatro versiones: el pequeño es capaz de desarrollar 102 y 120 CV, mientras que el grande entrega 150 y 177. De estos, la versión menos potente solo estará disponible en la carrocería mediana, y la que más, solo podrá estar asociada a la caja de cambios automática de ocho relaciones que ya usan varios modelos del grupo. El resto usa una transmisión manual de seis velocidades. En 2021 llegará, además, una versión 100% eléctrica.

Además, el interior tiene detalles premium como la inclusión de 14 sistemas de asistencia a la conducción, asientos regulables eléctricamente con función de masaje, un techo panorámico, conectividad con Android e iOS, o el Head Up Display. Esto, sumado a la entrega suave, lineal y potente de los motores, o la insonorización en la que ha trabajado Opel, hace que viajar con el Zafira sea mucho más placentero que con la versión a la que sustituye.

Para los más aventureros que no tengan suficiente con sus cinco modos de control de tracción, a lo largo de este año se comercializará una versión 4×4 preparada por Dangel, que incluye hasta 40 mm más de altura libre al suelo, suspensiones reforzadas y un diferencial trasero bloqueable. Esta misma empresa también ofrece sus servicios con el Movano y el Combo, del cual el servicio de correos austriaco ya ha encargado varias unidades.

Pero que PSA haya querido aumentar la categoría del Zafira también se refleja en el precio, que parte de los 40.300 euros en la versión más pequeña (4,6 metros, 120 CV) y llega hasta los 55.500 en el caso del más grande, con el propulsor de 177 caballos, antes de que se comience a elegir entre su amplia lista de extras.

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