El fabricante, con este nuevo compromiso medioambiental y tras la fijación de todos los objetivos de emisiones de la UE a 2025 y 2030, ha aumentado su apuesta por la electromovilidad y ya prevé el lanzamiento de casi 70 nuevos modelos eléctricos hasta 2028, frente a los 50 estimados anteriormente. A consecuencia de ello, la compañía espera que el número de coches que se producirán bajo la plataforma MEB en la próxima década alcance los 22 millones –para 2025, se preveían 15 millones-, un volumen en el que estarían contemplados los vehículos ensamblados por terceras marcas que acuerden con VW el empleo de su arquitectura.
En Ginebra, el grupo anunció que el primer acuerdo firmado ha sido con la marca alemana e.Go, un pequeño constructor de modelos urbanos cero emisiones. No obstante, la intención en sellar nuevos pactos en el futuro con compañías de mayor tamaño, una ecuación en la que podrían entrar Ford y firmas chinas, según declaró Diess.
La inversión en la electrificación de la gama ascenderá a más de 30.000 millones hasta 2023, a través de la cual la penetración de los modelos eléctricos debería crecer hasta, al menos, el 40% a finales de 2030. Para acompañar la apuesta por esta movilidad, el consorcio ha firmado alianzas de suministro de baterías con LG Chem, SKI, CATL y Samsung, aunque no descarta participar directamente en la producción de celdas en Europa, poniendo en el foco el desarrollo de los acumuladores de estado sólido.
En el apartado industrial, la meta que se ha fijado es la de reducir las emisiones de CO2 un 50% en 2025 comparado con 2010. El recorte del impacto ambiental se aplicará a toda la cadena de valor, para lo que se está diseñando en estos momentos una estrategia, en la que se abre un “potencial significativo en el suministro de acero y aluminio”.
El beneficio neto crece un 5,8%
En cuanto a los resultados financieros del grupo de 2018, después de registrar una facturación de 235.849 millones de euros, un 2,7% más, logró finalizar el ejercicio con unas ganancias netas atribuibles a los accionistas de 11.827 millones de euros, lo que representó un crecimiento del 5,8%. “2018 fue satisfactorio. Tuvimos un muy buen resultado, a pesar de los fuertes vientos en contra”, expuso el presidente.
Esos factores adversos de los que habla provocaron que el margen operativo cayera una décima hasta el 5,9% sobre las ventas.
Por marcas, Seat cosechó un ejercicio récord, con unos ingresos de 10.202 millones de euros (+3,1%) –después de vender 517.600 coches, un 10,5% más- y un beneficio operativo de 254 millones (+33,4%). De este modo, el margen operativo se situó en el 2,5% frente al 1,9% de 2017.