Ignacio Anasagasti / Madrid
El Grupo VW dispondrá de 16 fábricas de montaje de coches eléctricos a finales de 2022 —10 estarán ubicadas en Europa—, pero ninguna de ellas, en España. No obstante, desde Seat se confía en que este escenario pueda cambiar a lo largo de los próximos años. El presidente de la marca, Luca de Meo, ha señalado que el debate para que la producción de cero emisiones llegue a nuestro país es «relevante» y que «Seat va a asumir la responsabilidad de encontrar una vía» para que se implanten en el futuro las nuevas tecnologías.
«España es el segundo productor de Europa y todos —incluida las Administraciones— tenemos la responsabilidad de garantizar que el ecosistema industrial esté a la altura», sentenció el directivo durante la presentación de los resultados financieros de la firma en 2017, celebrada en Madrid. El ejecutivo italiano añadió que la demanda de estas mecánicas es todavía «limitada» en el mercado español, sin embargo puntualizó que «está aumentando» y que confía en que alcance un nivel que «ayude a convencer» al consorcio alemán de que la inversión está justificada.
En el acto, la marca española ofreció nuevos detalles de su ofensiva de electrificación para los próximos años, que tendrá su comienzo en 2020. En dicho curso, se lanzará el primer 100% eléctrico, desarrollado a partir de la plataforma MEB. El coche, con un tamaño ligeramente superior al León, tendrá una autonomía de 500 km. De Meo, que destacó que Seat será la segunda firma del grupo en emplear esa plataforma después de VW, explicó que han elegido este segmento, que está en «el núcleo de ventas de Europa», «porque queremos volúmenes».
La estrategia eléctrica del constructor abarcará todas las tecnologías, además de la 100% cero emisiones: desde la híbrida suave, la híbrida convencional hasta la enchufable. Precisamente, esta última se comercializará dentro de dos años con la nueva generación del León, en sus dos carrocerías, la cinco puertas y la familiar ST —también se ofertarán versiones mild hybrid—.
En la hoja de ruta de Seat, probablemente, habrá otro eléctrico puro antes de 2025, puesto que, como indicó el presidente, podría ser necesario para conseguir los objetivos de emisiones de la UE en 2025. Para alcanzar los niveles exigidos de CO2 en esa fecha y en 2021, De Meo subrayó que serán necesarias «ventas importantes» de cero emisiones e híbridos enchufables.
Preguntado por este medio si con los lanzamientos anunciados en 2020 la empresa podrá cumplir con las exigencias para dentro de tres ejercicios, respondió que «no renunciamos» a hacerlas realidad y que será clave la aportación de todas las mecánicas disponibles, entre ellas las de gas natural comprimido.
El primer vehículo eléctrico de Seat se ensamblará en la fábrica alemana de Zwickau. Respecto a la posible localización del segundo, el dirigente declaró que no hay nada decidido y que las opciones están abiertas.
Inversiones récord
Para desarrollar su estrategia eléctrica y para seguir adelante con la ofensiva de producto —se lanzará un coche nuevo cada seis meses hasta 2020—, Seat está redoblando su apuesta por la Investigación, Desarrollo e Innovación. En 2017, destinó 962 millones de euros en inversiones y gastos en este concepto, un 11,6% más que en 2016, representando el 10,1% de la cifra de negocio. Se trata de la cifra más alta en los últimos 25 años.
Por quinto curso consecutivo la compañía pudo financiar su innovación con fondos propios, después de que el cash flow operativo se situara con un récord de 947 millones, un 24,4% más que en 2016. “Es una prueba de la sostenibilidad financiera de la empresa”, sostuvo el vicepresidente de Finanzas, Holger Kintscher.
La fortaleza inversora se notó en el resultado operativo, que cayó un 18,9%, hasta los 116 millones de euros, siendo las segundas ganancias consecutivas. Por su parte, el beneficio neto sin contar efectos extraordinarios fue de 281 millones, un 21,3% más. Esta cifra se cosechó con una facturación récord de 9.552 millones (+11,1%). Para 2018, el objetivo es superar la barrera de los 10.000 millones.