El presidente de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto), Gerardo Pérez, defendió que «la Ley de Distribución es absolutamente necesaria por la seguridad jurídica que supondría». Por ello, cuando se reunió con la secretaria de Estado de Comercio, Marisa Poncela, le trasladó la necesidad de que, cuando los distribuidores inviertan, «tengan claro que se van a respetar determinadas partes del contrato».
En una entrevista concedida a La Tribuna de Automoción, recogida en la sección Mesa y Mantel de esta publicación, Pérez consideró que «sería lícito» que cuando una concesión no va a seguir formando parte de la red porque la marca le cancela el contrato, ésta «tuviera algunos conceptos indemnizatorios, puesto que una de las partes ha roto el contrato». Además, marcó la importancia de compensar por las inversiones no amortizadas, bien sea el propio fabricante o el nuevo propietario de las instalaciones.
También subrayó la importancia de que el inversor entrante subrogue los contratos de los trabajadores para evitar que se queden sin empleo y sugirió que es necesario que haya más facilidades para traspasar el negocio, entendiendo que la marca es la que fija los estándares que tiene que seguir el comprador.
No obstante, matizó que «nadie piense que una ley sería el bálsamo que lo va a curar todo», por lo que no es el único caballo de batalla de Faconauto, a la vez que descartó radicalmente que el objetivo de aprobar una normativa en esta materia tenga como finalidad devolver los coches al fabricante, puesto que «nunca ha sido un asunto tan importante como para regularlo».
En relación al Comité de Diálogo del sector, que nació para paliar la falta de legislación al respecto, el responsable de Faconauto ha sido tajante: «Si sirve para algo vamos a mantenerlo, pero si no da ningún fruto vamos a desestimarlo», aunque se mostró optimista porque «estamos en un buen momento para negociar».
Por otro lado, en el capítulo de la caída de la demanda de los diésel, avisó de que se están llevando a cabo muchas operaciones de cambio de coche a los tres o a los cuatro años, y los concesionarios están «trasladando a los fabricantes el miedo a que en los próximos cuatro años el 100% de los clientes devuelvan los coche diésel» y el responsable de la recompra es la red, porque así está pactado.
Un renting para particulares con VO
En materia de política interna, Pérez ha señalado que su objetivo es conseguir dar una imagen de modernidad y «liderar a las redes» una vez que su antecesor en el cargo, Jaume Roura, consiguió que «los concesionarios se vean reflejados en Faconauto» . Asimismo, apostó por «ayudar a los distribuidores a hacer negocio ofreciéndoles productos y servicios de valor añadido».
En este sentido, perfiló que en el área del vehículo de ocasión sería positivo que, tal como ocurre con los nuevos, hubiera una oferta que permitiera que un cliente pagara unas cuotas mensuales y que a los tres años pudiera cambiarlo. Es decir, una especie de renting con vehículo de segunda mano, para lo que «sería interesante que trabajáramos con alguna entidad financiera en el desarrollo de este producto».
Respecto al futuro de la distribución, el presidente de la Federación opinó que «vamos a necesitar tal nivel de especialización y profesionalización que el concepto de empresa familiar en términos operativos se va a poner en cuestión». Esto se traduce, a su juicio, en una mayor concentración de los concesionarios, que «no significa que nadie se quede fuera, sino que tal vez se pueden juntar tres concesiones de una zona y ser todos accionistas».
Por último, destacó la labor del máximo responsable de Renault en España y de Fabricación y Logística a nivel mundial, José Vicente de los Mozos. Pérez, que ha sido presidente de la Agrupación Nacional de Concesionarios Renault, destacó que «sería muy deseable que José Vicente de los Mozos fuese presidente de Anfac porque es un referente en el sector». Pérez puso en duda que se le esté reconociendo lo que hace por el sector en España.
Lea la entrevista completa en la edición impresa de La Tribuna de Automoción nº 518, que ya está a la venta.
Pablo M. Ballesteros / Madrid