Pablo M.(osca) Ballesteros / Madrid
El presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez Torres, ha fallecido a los 83 años de edad, por causas naturales, según ha informado la propia Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios.
Sánchez Torres fue nombrado presidente de Ganvam en 1998, después de una larga vida vinculada al sector de la automoción —principalmente, como consejero delegado de Comercial Mercedes Benz durante 32 años— donde era muy querido y valorado por su capacidad de trabajo, de diálogo y de mantener buenas relaciones con todos en los momentos más tormentosos, porque lo primero era el sector.
De carácter entrañable, cercano y afectuoso, era abogado de formación y miembro de la Junta Directiva de Ganvam desde los años ochenta. Además, formaba parte de la Junta Directiva de la CEOE, Cepyme y Confemetal.
Entre sus numerosos reconocimientos, se encuentra el haber sido nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de ESERP; haber recibido la medalla al mérito de la Seguridad Vial, concedida por el Ministerio del Interior y de la DGT y, recientemente, la placa al Mérito del Comercio de Ministerio de Economía.
Además, había sido condecorado con el Premio a la Mediación por su papel impulsor de la unidad dentro del sector del automóvil. Porque la empatía, la capacidad de diálogo, de mediación, de escuchar a las personas para entenderlas era su principal virtud.
Juan Antonio, nuestro querido yayo, se preciaba de ser muy amigo de sus amigos y, en esta redacción hemos tenido la gran suerte de contarnos entre ellos. Desde estas páginas echaremos de menos sus comentarios socarrones, pero siempre oportunos, que hacía que una conferencia larga y aburrida se convirtiera en un evento simpático e interesante.
Él siempre decía que no se jubilaría hasta que fuera viejo y el tiempo le ha dado la razón. El presidente de Ganvam nos ha dejado, pero aún mantenía un espíritu joven, lleno de fuerza, energía y ganas de seguir volando y picando, como buena avispa que se consideraba —a veces 'importunado' por algún amigo al que llamaba mosca— y cuyo vuelo no ha concluido porque siempre quedará su legado.
La Tribuna de Automoción se une al duelo de sus familiares, amigos y compañeros a los que enviamos un fuerte abrazo.