Ignacio Anasagasti / Madrid
Opel quiere seguir jugando fuerte en el negocio de las berlinas del segmento D, a pesar de la contracción de este mercado en favor de los SUV. Y lo hace lanzando la segunda generación del Insignia, del que se han vendido más de 900.000 unidades desde su nacimiento en 2008. Este coche es un embajador de éxito, puesto que ha estado hasta 2015 dentro los tres vehículos más vendidos de su categoría en España, una posición que buscan mantener con la nueva versión, que solo se oferta con dos carrocerías, la cinco puertas (Grand Sport) y la familiar (Sports Tourer).
Los dos tipos de producto, fabricados en la planta alemana de Rüsselsheim, ya pueden reservarse, sin embargo el de 5 puertas —se acaba de presentar a la prensa— se comenzará a entregar a principios de junio frente al familiar, al que le tocará a la vuelta del verano. Opel, para hacer realidad sus objetivos comerciales, ha reforzado distintos apartados del modelo, especialmente el tecnológico, donde el fabricante señala que están muy por encima de sus competidores.
Aquí cabe destacar el sistema de iluminación IntelliLux LED, que permite un alcance de hasta 400 metros; la cámara de visión 360º, la alerta de tráfico transversal trasero, el capó activo para amortiguar impactos con peatones, el cargador de móviles inductivo en posición vertical, un head up display sobre el parabrisas, una nueva tracción integral con reparto de par vectorial y la mejora del asistente personal de OnStar, que ya ofrece la posibilidad de reservar hoteles y aparcamientos.
Otro campo que se ha perfeccionado es el diseño, que sigue siendo elegante y deportivo, y la configuración del coche, gracias a una nueva plataforma (Epsilon 2). La variante Grand Sport es 55 mm más larga (hasta 4.987 mm), ocho mm más ancha (2.093 con retrovisores plegados), 24 mm más baja (1.455) y hasta 175 kg menos pesada que su predecesora. Por su parte, la batalla ha crecido 92 mm (2.829 mm), significando un mayor habitáculo. En cuanto a la capacidad de carga, el maletero puede albergar 490 litros, 40 menos.
En el interior, en el que se ha reducido el número de botones, sobresale una pantalla táctil de siete u ocho pulgadas y el confort de los asientos delanteros, que cuentan con un certificado de ergonomía y funciones de memoria, calefacción, masaje y ventilación.
En relación a la mecánica, el Insignia 5 puertas se ofrece con dos motores de gasolina, un nuevo 1.5 turbo con potencias de 140 y 165 CV, asociados a una nueva caja manual de seis velocidades (el de 165 CV puede tener, asimismo, una automática) y con tracción delantera; y un 2.0 turbo de 260 CV 4×4 con transmisión automática de ocho relaciones. En diésel, también hay dos propulsores, un 1.6 que desarrolla 110 (Ecotec) y 136 CV; y un 2.0 de 170 CV, todos ellos 4×2 y con cambios manuales de seis marchas (el de 136 CV cuenta, igualmente, con automática).
El Insignia, comercializado con tres acabados (un cuarto, denominado Exclusive, que permite mayor personalización se ofertará desde el verano), tiene un precio desde 28.658 euros con impuestos. Opel acumula ya más de 1.500 pedidos de la familia en España, de los cuales un 20% son coches de gasolina frente al 5% que registraba la primera generación.
