Rocío Calderón / Madrid
En noviembre de 2016, el nuevo Citroën C3 llegó al mercado español y ya se ha convertido en el modelo de la marca más vendido en nuestro país, alcanzando las 6.577 unidades hasta abril (+43,9%). Cuatro meses después de su lanzamiento, el fabricante se renueva e incorpora a su gama una versión ecológica propulsada por GLP (gas licuado de petróleo), con una adaptación del motor de gasolina PureTech de 82 CV, que le permite funcionar con ambos combustibles. Disponible, únicamente, en el acabado Feel (intermedio).
La variante GLP respeta el equipamiento y el tamaño del coche original. En cambio, se diferencia de la versión con motor de gasolina porque pesa 40 kilos más (2.040 k en total). El depósito tiene una capacidad de 42 litros, de los cuales solo 33,6 l son útiles, y está situado en el compartimento del maletero destinado para la rueda de repuesto.
Esta versión está cuenta con la etiqueta ECO de la DGT, permitiendo bonificaciones y reducciones al usuario. Además, se distingue, entre otras cosas, por el bajo coste de su combustible, que es entre un 40% y un 50% más económico que la gasolina o el diésel, permitiendo un ahorro entre el 30% y el 40% de la factura.
Este combustible tiene menos peso en España que en otros países de Europa, como Polonia (tres millones de automóviles) o Italia (2 millones de vehículos). A día de hoy, hay operativas 555 estaciones de servicio GLP en nuestro país y circulan alrededor de 55.000 coches.
Por otro lado, la nota negativa es que el nuevo C3 requiere un mayor mantenimiento. En concreto, cada 25.000 km hay que sustituir el cartucho del filtro principal y la bujía de encendido. Además, cada 125.000 km hay que cambiar el filtro de electroválvula.
El coche, que cuenta con una autonomía de 500 km, está disponible bajo pedido, desde 15.000 euros, con descuentos incluidos.
