Ignacio Anasagasti / Valladolid
El responsable de la Alianza Renault-Nissan y presidente de Renault España, José Vicente de los Mozos, ha lanzado hoy un mensaje contundente sobre las negociaciones que mañana comienzan formalmente para dirimir el futuro de la planta de Ávila.
El directivo, que ha intervenido en las jornadas “La Industria en España. Reflexiones”, organizadas por UGT, ha subrayado que “hay gente que sigue dinamitando el proceso diciendo cosas que no son reales”, como que la pérdida salarial de la plantilla será de un 25% o que vaya a haber un cierre encubierto. “Si fuese eso, no habría estado implicado en el tema”, sentenció.
“Hay gente que está más pendiente de cobrar los 50 días y de dinamitar el proceso que de buscar una solución y al final esto tiene un límite”, expuso De los Mozos, quien anunció que “si el 14 de junio no hay acuerdo, pondremos sobre la mesa un expediente de cierre de la fábrica antes del 31 de diciembre de este año”. “No es una amenaza, es la realidad”, apostilló para destacar que desde el 20 de abril se ha planteado una solución de futuro –transformar la factoría en un centro de recambios para la Alianza-, que “garantiza a largo plazo el nivel de empleo actual”.
En este sentido, explicó que en un “primer plazo” se operaría con “una línea de estampación y con actividad de soldadura” y que en “entre 2022 y 2023 se abrirá una segunda línea”, un planteamiento que supone una garantía de la plantilla actual, formada por 471 empleados, al menos hasta “2024”,
“Entiendo que los sindicatos hayan pasado por momentos de desconfianza (en referencia a los compromisos incumplidos por Nissan en los últimos años), pero desde el momento que hay un interlocutor, un compromiso, y que sus propios compañeros de Renault les están diciendo que ese plan industrial puede ser positivo, hay cosas que no entiendo”, resaltó el ejecutivo. Asimismo, expuso que “dos meses son suficientes para resolver” la crisis, que pasa porque los trabajadores asuman el mismo marco laboral que Renault, ya que no sería razonable que mantuvieran unas condiciones diferentes respecto a los 14.000 operarios de la firma del rombo.
En relación a la polémica que se ha generado por el ajuste salarial que padecería la plantilla de Ávila, comentó que hay que analizar el asunto “persona a persona”, ya que la diferencia “depende de la categoría y de la antigüedad”. “Para paliarla varios años, va a haber un bono” de compensación. Éste se concreta en abonar al empleado el importe que dejaría de percibir anualmente multiplicado por 2,5, de modo que seguirían cobrando lo mismo durante dos años y medio.