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El beneficio neto de Audi cae un 52,8% en 2016, hasta los 1.985 millones de euros

Óscar Vilanova / Ingolstadt (Alemania)

La marca de los cuatro aros dio carpetazo al pasado ejercicio con un acentuado descenso en sus ganancias. No en vano, tanto su beneficio neto (1.985 millones de euros) como su resultado operativo (3.052 millones) disminuyeron un 52,8% y un 36,9%, respectivamente. Entre las causas que explican este desplome se hallan el dieselgate y los costes relacionados con los airbags de Takata, que obligaron al fabricante bávaro a provisionar 1.794 millones de euros —1.632 millones para resolver los asuntos relacionados con los motores V6 3.0 litros en EEUU y 162 vinculados a los defectuosos airbags del fabricante nipón—. “2016 ha supuesto un reto para nuestra compañía, pero hemos cerrado el curso con robustos beneficios y sentado las bases de nuestro desarrollo futuro“, sentenció el presidente del Comité Ejecutivo de Audi, en la presentación de los resultados financieros de la marca, celebrada hoy en su sede de Ingolstadt (Alemania).

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El Comité de Dirección de Audi AG, en la presentación de los resultados de 2015

Óscar Vilanova / Ingolstadt (Alemania)

La marca de los cuatro aros dio carpetazo al pasado ejercicio con un acentuado descenso en sus ganancias. No en vano, tanto su beneficio neto (1.985 millones de euros) como su resultado operativo (3.052 millones) disminuyeron un 52,8% y un 36,9%, respectivamente. Entre las causas que explican este desplome se hallan el dieselgate y los costes relacionados con los airbags de Takata, que obligaron al fabricante bávaro a provisionar 1.794 millones de euros —1.632 millones para resolver los asuntos relacionados con los motores V6 3.0 litros en EEUU y 162 vinculados a los defectuosos airbags del fabricante nipón—. “2016 ha supuesto un reto para nuestra compañía, pero hemos cerrado el curso con robustos beneficios y sentado las bases de nuestro desarrollo futuro“, sentenció el presidente del Comité Ejecutivo de Audi, en la presentación de los resultados financieros de la marca, celebrada hoy en su sede de Ingolstadt (Alemania).

No obstante, el beneficio operativo de Audi antes de extraordinarios también se contrajo un 5,6% en 2016, hasta los 4.846 millones de euros, si bien —pese a caer a la tercera plaza del podio mundial del mercado premium a causa del meteórico ascenso de Mercedes— la compañía germana tuvo en su aumento del 3,6% de sus entregas, que alcanzaron 1.867.738 unidades, uno de sus principales puntos fuertes del año. Gracias a ello, su cifra de negocio se situó en 59.317 millones de euros, lo que representa un incremento interanual del 1,5%.

Sin embargo, pese al alza de sus ventas, el impacto recibido por la firma alemana propició que su retorno operativo en ventas se afianzara en el 5,1%, frente al 8,3% logrado en 2015. No obstante, antes de gastos extraordinarios, la caída fue más moderada, pues éste se situó en el 8,2%, frente al 8,8% de 2015.

Otros aspectos positivos para Audi fueron tanto el incremento del 28,7% de su flujo de caja neto (2.094 millones), como el aumento del 4,9% de su liquidez neta (17.232 millones de euros). Asimismo, la compañía cerró 2016 con una plantilla de 88.453 empleados, un 4,8% más que en 2015.

Con vistas al mañana

De cara al futuro, Audi, una de las marcas más innovadoras del Grupo Volkswagen, continúa trabajando en el desarrollo de los vehículos autónomos. Así, el fabricante germano ha anunciado, durante la citada presentación de sus resultados financieros, la creación de una nueva empresa subsidiaria, denominada Autonomous Intelligent Driving GmbH y con sede en Múnich, que se dedicará a potenciar este tipo de tecnología.

Por otra parte, la marca de los cuatro aros ha confirmado el lanzamiento de dos nuevos SUV para 2019 (Q8 y Q4) y de tres vehículos eléctricos en 2020. A tal fin, Audi ha estado formando, durante los últimos tres años, a 6.000 empleados en el manejo de tecnología de alto voltaje. Asimismo, el constructor alemán seguirá renovando su porfolio de productos con las nuevas generaciones de Q5 y del A5 en 2017, que se unirán al nuevo A8 y a la expansión internacional del Q2. En 2018, llegará el turno de la segunda generación del A7.

Para el presente ejercicio, Audi prevé que el gasto de capital se situará entre el 5% y el 5,5% de sus ingresos anuales, mientras que la inversión en I+D supondrá entre el 6% y el 6,5% de su cifra de negocio. Además, vaticina que su retorno operativo en ventas rondará entre el 8% y el 10% y que su flujo de caja neto seguirá siendo positivo, aunque menor que el logrado en 2016, debido al dieselgate. Por último, la bávara vaticina un ligero aumento de sus entregas y de su facturación, si bien no precisó en qué medida.

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