Óscar Vilanova / Wolfsburgo (Alemania)
El despegue financiero de la marca española ha supuesto una de las noticias más positivas para el Grupo Volkswagen durante el pasado ejercicio. En concreto, el magnífico rendimiento de Seat se ha traducido en una cifra de negocio de 8.894 millones de euros, lo que supone un incremento interanual del 3,8%, impulsado por unas ventas de 409.000 unidades (+2,2%). Por mercados, Europa acaparó el 93,8% de las comercializaciones, mientras que Norteamérica (México, concretamente) fue su segunda región en importancia con una cuota del 6%.
El principal impulsor de la mejora de la firma hispana en 2016 fue el Ateca, del que se produjeron 35.833 unidades en 2016, por lo que se situó en volumen de fabricación por detrás del León (163.228 unidades, un 3,7% menos) y del Ibiza (149.988 unidades, un 6,5% menos). La mejora comercial, sumada a la significativa reducción de costes implementada, derivaron en la consolidación de un beneficio operativo de 153 millones de euros —según contabilidad alemana— en 2016, que contrasta con la pérdida operativa de 10 millones con la que Seat cerró 2015. Además, el retorno operativo en ventas se situó en el 1,7%, frente al -0,1% de hace dos ejercicios.
Según el sistema contable español, la marca volvió a registrar números negros en 2015, merced a un resultado neto de 6 millones de euros, si bien su pérdida operativa se situó en 7,3 millones de euros.
Todas las marcas del grupo, en positivo
El pasado año fue sinónimo de éxito para el consorcio germano, pues no sólo cerró la crisis del diésel con un beneficio neto de 5.144 millones de euros (frente a la pérdida neta de 1.582 millones de 2015), sino que además se impuso a Toyota en la batalla por liderar el mercado mundial con 10,3 millones de entregas. Por si fuera poco, el beneficio operativo de Seat redondea un curso en el que todas las marcas fueron rentables.
Asimismo, pese al dieselgate, el grupo registró un resultado operativo de 7.103 millones de euros —si bien su beneficio operativo antes de extraordinarios fue de 14.623 millones— y una liquidez neta de 27.180 millones (+10,8%). “El resultado constata que la compañía está preparada para afrontar las consecuencias de la crisis del diésel. Por supuesto, todas las marcas contribuyeron a este éxito, generando todas ellas beneficios operativos”, sentenció Frank Witter, director financiero del Grupo VW durante la presentación de los resultados financieros del grupo, celebrada hoy en Wolfsburgo.
Aparte de Seat, la marca VW consolidó un resultado operativo de 1.869 millones de euros, un 11,1% menos, debido al mix de producto, a los efectos del tipo de cambio y a los gastos derivados de las campañas de marketing relacionadas con el dieselgate. Así, el retorno operativo en ventas disminuyó levemente al 1,8%, frente al 12% de 2015. En esta tendencia a la baja también se posicionaron sus ingresos, que disminuyeron un 0,6%, hasta los 105.651 millones. En cambio, sus ventas se incrementaron un 2,7%, hasta los 5,99 millones de unidades.
Por su parte, la cifra de negocio de Audi se situó en 59.317 millones de euros (+1,5%), gracias a sus 1,9 millones de comercializaciones (+3,6%). Por otro lado, la optimización de costes y los primeros resultados del plan Speed UP!, redujeron el impacto del asunto del diésel en su beneficio operativo, que se contrajo un 5,6%, hasta los 4.846 millones. Por ello, su retorno operativo en ventas antes de extraordinarios disminuyó al 8,2%, frente al 8,8% de hace dos años.
Por último, Skoda aumentó sus ingresos (13.705 millones de euros) y sus entregas (1,13 millones de unidades) un 9,8% y un 6,7%, respectivamente. Asimismo, la marca checa logró un resultado operativo de 1.197 millones, lo que supone un incremento interanual del 30,8%. Asimismo, su retorno operativo en ventas creció al 8,7%, frente al 7,3% de 2015.
