Ignacio Anasagasti / Madrid
Renault prosigue con su fuerte ofensiva de producto en 2016, que supondrá el lanzamiento de 10 nuevos modelos. El próximo en llegar al mercado será la cuarta generación de la familia Scénic, un coche del que, desde su llegada al mercado en 1996, se han vendido más de cinco millones de unidades, de las cuales cerca de 500.000 han sido en España.
Para esta nueva puesta en escena, Renault se enfrentaba ante el difícil reto de dar con la tecla del éxito para poder salir a competir con garantías en una categoría que ha sufrido un severo desgaste comercial en los últimos años a raíz del boom de los SUV. La apuesta de la marca, en este sentido, ha sido muy clara y consiste en brindar a los nuevos Scénic y Grand Scénic del aire crossover que tan bien ha sabido interpretar, eso sí sin olvidarse del ADN que atrae a los clientes de esta clase de coches, que demandan una gran habitabilidad, modularidad y confort.
Fabricados en la planta francesa de Douai, los modelos cuentan con unas dimensiones más generosas que la generación anterior, tanto en el largo (el Scénic crece 40 mm y el Grand Scénic 61 mm), la batalla (+32mm y +34mm), el ancho (+51 mm en ambos casos) como en la altura (+13 mm y +10 mm). En cuanto a la distancia al suelo en carga, por su parte, mientras que el Scénic gana 50 mm, el Grand Scénic pierde apenas 3 mm.
En ese exterior con look crossover, aparte de la visibilidad que se ha mejorado, destaca como novedad y “primicia en el segmento” la presencia en toda la gama de ruedas de 20 pulgadas (personalizables con tres inserciones que se atornillan a las llantas), que dotan de mayor dinamismo y estabilidad.
Más modularidad
Entrando en el interior, el espacio para los pasajeros es mayor y se ha mejorado notablemente la modularidad, gracias al sistema One Touch Folding, que permite abatir los asientos traseros con sólo presionar un botón. Otra mejora supone la presencia de una consola central deslizante con tomas de USB para la parte delantera y trasera.
En el apartado de motorizaciones y en el equipamiento tecnológico, asimismo, hay importantes novedades. En el primer caso, la más relevante es el sistema Hybrid Assist (disponible, desde enero, con el dCi 110 con caja manual de seis velocidades), compuesto por un motor eléctrico de 10 Kw alimentado por una batería de 48 voltios, que apoya al propulsor de combustión en aceleraciones llegando a aportar un par adicional de hasta 15 Nm. En desaceleración, actúa como generador y recupera energía para la red a bordo y la batería. En materia de emisiones, las reduce entre un 8% y un 10%.
La gama Scénic cuenta con tres motores diésel (95CV, 110 CV y 130 CV) y dos gasolina (115 CV y 130 CV), mientras que la del Grand Scénic, con tres (110 CV, 130 CV y 160 CV) y dos (115 CV y 130 CV), respectivamente. Las mecánicas, según versiones, pueden llevar asociada una caja manual de seis velocidades o una automática de doble embrague de seis o siete relaciones.
Respecto a las tecnologías, dispone de serie de la frenada activa de emergencia con detección de peatón y puede incorporar el regulador de velocidad adaptativo, el corrector de cambio de carril, el aparcamiento manos libres, la alerta de detección de fatiga y el sistema multimedia R-Link 2 con Multi-Sense, que ofrece cinco modos de conducción.
La familia Scénic estará disponible en España, en la segunda quincena de noviembre y, en el caso del Grand Scénic, sólo se ofertará la versión de siete plazas. El precio de partida será de 19.000 euros (Grand Scénic con suplemento de 1.500 euros) y un 75% de la gama (se estructura con cuatro niveles de equipamiento) estará exenta del Impuesto de Matriculación.
