Pablo M. Ballesteros / Barcelona
Dentro de 28 días se cumplirán 40 años desde que Seat dejó de fabricar el 600. Cuatro décadas en las que Seat ha evolucionado mucho estéticamente y tecnológicamente como ha quedado de manifiesto en las pruebas de conducción realizadas en la antigua fábrica de Zona Franca en las que se pretendían comparar las prestaciones del 600 con las del Mii.
Seat ha designado al Mii como heredero del 600, por su tamaño y por sus cualidades como vehículo de ciudad aunque ha destacado que, a pesar de que el precio del Mii es equivalente al de un 600 comparativamente hablando, los 40 años que han pasado entre ambos han hecho del Mii un vehículo mucho más cómodo y seguro.
El Seat 600, que se empezó a fabricar en 1957, tuvo un coste medio (a lo largo de los 16 años de ciclo de vida) de 63.000 pesetas (378,64 euros), mientras que el Mii cuesta 6.400 euros. En 1971 el salario mínimo era de 5.580 pesetas (33,53 euros) al mes, mientras que en la actualidad es de 645 euros, lo que quiere decir que mientras que antes un trabajador con el sueldo más bajo necesitaba un año para comprar un 600, ahora le basta con 10 meses, pero la diferencia es que hace 50 años «había hambre de coche».
La marca española que ha puesto en valor al 600, un coche “que puso sobre ruedas España” como lo demuestra el hecho de que uno de cada cuatro vehículos del año 71 fueran de este modelo, ha descartado categóricamente la posibilidad de lanzar una versión moderna del 600 ya que “sólo es emblemático en España” y a pesar de que se consiguiera el 50% de su segmento, 15.000 ventas en nuestro país no justificarían la producción del 600″.
Por otro lado, la antigua fábrica de Zona Franca de Seat es hoy, a parte de la nave donde están vehículos tan emblemáticos como el Papamóvil con el que Juan Pablo II entró en el Bernabéu y en el Cam Nou en el 82 o el Seat Ronda mitad amarillo mitad negro con el que la marca española demostró en el Tribunal de Competencia de París que no había plagiado el Fiat Ritmo, una nave de fabricación de piezas estampadas de carrocería en la que trabajan 1.164 empleados que en 2012 produjeron 49 millones de piezas.
Tal vez, igual que se ha dado un segundo uso a la fábrica de Zona Franca, algún día vuelva el 600 lo que sin duda provocaría una sonrisa a todos los españoles. Por el momento, la marca lo descarta y nombra al Mii su heredero.
