Carlos Olmo / Madrid
Michelin planteó hoy, en la primera reunión con el Comité Intercentros para revisar las condiciones de trabajo de las plantas para los próximos años, que les sobran más de trescientos empleos, teniendo en cuenta la capacidad de producción de sus fábricas y la actual demanda de neumáticos del mercado.
En esta reunión se han planteado dos soluciones, la primera ejecutar un ERE de extinción en todas las plantas que supondría el despido de más de 300 trabajadores, o bien cambiar las condiciones de trabajo para evitar los despidos aunque de forma severa de manera que un trabajador podría trabajar un año 223 días, dejando de cobrar veinticinco.
Son muchos los cambios que la empresa ha planteado, los cuales no han gustado a los representantes de los trabajadores. Hasta la fecha, Michelin ha sido ejemplo de flexibilidad en sus condiciones laborales y la propuesta de la empresa pasa por continuar en esta línea, aunque cambiando a la baja buena parte de ellas.
El planteamiento de la compañía indica que habrá solo cuatro equipos de trabajo, y no cinco como hasta ahora, y que las fábricas se podrían abrir entre 278 y 356 días al año. La cifra definitiva se seguirá fijando a principio de año, y a partir de esta cifra se podría aumentar el número de jornadas en hasta 25 días o reducir en un máximo de 30 días, con unas determinadas mejoras o reducciones de sueldo en cada caso. A esta posible reducción, la compañía se guardaría la posibilidad de reducir los días de trabajo en otros 25 días adicionales, estos ya sin posibilidad de ser recuperados ni cobrados.
Además, apuesta por una reducción de los pluses y complementos salariales que podrían llegar al 75%, y, además, estas nuevas condiciones económicas tendrían una duración de 30 meses.
Según ha podido saber esta publicación, estas medidas no han sido del gusto de los representantes sindicales, y pretenden presentar una réplica a estas condiciones en la próxima reunión que ambas partes mantendrán el próximo 19 de marzo.
