Carlos Olmo / Madrid
Según el último Barómetro de Seguridad Vial y Medio Ambiente, apoyado tanto por Anfac como por el Grupo Bosch, se está acentuando la adquisición de vehículos con inyección directa como tecnología de ahorro y mejora del rendimiento de los motores, y por ende del vehículo en general.
El estudio demuestra que lo incorporan el 19% de los coches de gasolina que se venden en el mercado español, mientras que dentro del Plan PIVE este porcentaje se eleva hasta el 21,6%. Con esta tendencia creciente, el porcentaje del parque de vehículos que incluyen esta tecnología, teniendo en cuenta que tenemos una de las medias más envejecidas de toda Europa, llega al 2%.
En cuanto a Comunidades Autónomas, Castilla-La Mancha es la que lidera el ránking de vehículos con este sistema, mientras que a la cola de la tabla estarían las Islas Baleares.
El sistema de inyección directa supone que la mezcla de aire y combustible se forma directamente en la cámara de combustión de manera homogénea realizando una dosificación precisa para cada ciclo de combustión. El resultado es una reducción considerable del consumo y las emisiones de gases de escape.
En el mismo barómetro, analizan la importancia de los sistemas Stop-Start, en sus diferentes definiciones, y señalan que éste puede ahorrar hasta un 15% del combustible en un vehículo.