latribunadeautomocion.es / Madrid
De los dos primeros radares de tramo instalados en España, situados en el túnel de Guadarrama en la AP-6 entre Madrid y Segovia, y en el túnel de Torrox, en la A-7 en Málaga, sólo sanciona a los infractores el de la AP-6 ya que el del túnel de Torrox está preparado para multas a aquellos que sobrepasen la media de 80 km/h, cuando la intención de la DGT es sancionar a los que circulen a más de 100 km/h.
Ambos radares funcionaban en pruebas desde el pasado mes de diciembre, aunque la DGT estaba "perdonando" las multas y se limitaba a enviar una notificación informativa a los infractores, según informa Efe. Y así lo seguirá haciendo hasta el día 1 de marzo en el caso del radar de Málaga.
El radar de la AP-6 está situado en la calzada sentido A Coruña y el tramo que controla tiene una longitud de 3,5 kilómetros, mientras que en el túnel de Torrox, el tramo es de un kilómetro y el radar vigila a los vehículos que circulan en sentido Barcelona.
En ambos casos, la velocidad máxima permitida es de 100 kilómetros por hora. De momento, la DGT sólo va a poner en marcha estos dos radares de tramo, aunque tiene previsto instalar otros cuatro durante 2011. La forma en la que funcionan estos dispositivos es relativamente sencilla.
Precisión en la matrícula y hora exacta
Cuentan con dos cámaras instaladas al comienzo y al final del tramo, capaces de registrar con gran precisión tanto la matrícula como la hora exacta de paso del vehículo. Con una sencilla operación matemática, el radar calcula la velocidad media mantenida por el vehículo en cuestión y, si es superior a la fijada en el tramo, realiza una fotografía del infractor y la remite por fibra óptica al centro de gestión de multas de tráfico de León.
De nada sirve cambiarse de carril o frenar justo antes de la cámara instalada al final del tramo controlado, ya que el dispositivo calcula la velocidad media, y no a la que se circula en ese momento. Los radares de tramo están indicados con la misma señalización que los radares fijos, cuentan con un sistema de vigilancia para evitar actos vandálicos y no pueden ser neutralizados por los aparatos ilegales que inhiben las ondas de los radares convencionales.