Yago López / Madrid
El futuro de los trabajadores de la planta de Mirafiori del grupo automovilístico Fiat, en la ciudad de Turín (norte de Italia), está desde ayer y hasta esta tarde en juego.
El referéndum sobre el plan de futuro para la fábrica, acordado el pasado diciembre entre la mayoría de sindicatos y la dirección de la compañía, culmina hoy, y la decisión que tomen los trabajadores será decisiva para la supervivencia de la planta.
Entre las propuestas que los trabajadores deben valorar, se encuentran diferentes pautas para poder ampliar la producción como son: turnos de hasta 10 horas o reducción de los tiempos de descanso.
En caso de que el sí triunfara en el referéndum, se produciría una inversión conjunta entre Fiat y Chrysler de 1.000 millones de euros para la planta, pero si esto no sucediera, tal y como declaró el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, tras la cumbre bilateral celebrada con la canciller alemana, Angela Merkel, la empresa tendría "buenas motivaciones" para trasladarse a otras fábricas.
Según el primer ministro italiano, si la propuesta, que también contempla la producción de 280.000 vehículos al año, no prosperara, provocaría que la marca se llevara la producción a Serbia o Polonia, donde la mano de obra es más barata.