La posición de Iveco respecto al convenio en sus dos fábricas en Madrid y Valladolid avanza de forma lenta. Después de cuatro reuniones —la última celebrada el 28 de mayo—, ha mejorado la oferta salarial inicial que era de un incremento del 0,5% para cada uno de los tres cursos, aunque todavía no se ajusta a lo que solicitan los comités de empresa. En ambas plantas, a cierre de edición, ofrece un aumento del 1% para 2021 y un 0,7% para los dos restantes.
En el caso del centro pucelano, los sindicatos han constituido una plataforma conjunta en la que solicitan, entre otros aspectos, el IPC real más 1,25 puntos en cada curso, «garantizando en todo caso una subida» de 10 décimas. Para Madrid, las reivindicaciones van desde el 1,5% fijo para cada curso —a menos que el IPC fuera superior— de UGT, al IPC más 1% en 2021; más el 1,5%, en 2022, y más 1,5% en 2023 de CGT.
Sin embargo, el principal problema del convenio de Iveco no es el salarial si no la pretensión de la marca italiana, propiedad del grupo CNH Industrial, de abaratar la flexibilidad. En este sentido, Iveco quiere ampliar la bolsa de horas de las actuales 40 a 72 y, además, que cuando los empleados no tengan que acudir al trabajo abonarles solo el 50% del complemento, una cantidad que ingresarían cuando recuperasen esas jornadas negativas. En el lado positivo, la compañía retiró la congelación de la antigüedad, lo que fue bien recibido por la parte social.
A pesar de la lentitud de unas conversaciones que comenzaron el 7 de abril en Madrid y el 23 de marzo en Valladolid, lo previsible es que…
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