Stellantis, que informó recientemente de que iba a realizar la mayor inversión de su historia en Estados Unidos -12.000 millones de euros-, ha reafirmado su compromiso con Italia en un momento de gran incertidumbre para la industria automovilística europea. El CEO, Antonio Filosa, anunció durante una reunión con los sindicatos, el lunes 20 de octubre, la contratación de 400 nuevos trabajadores en la planta de Mirafiori (Turín), que servirán para reforzar la producción del Fiat 500 híbrido, cuyo segundo turno de montaje se activará en febrero de 2026, según informa Bloomberg.
La medida llega en plena reorganización industrial del grupo, que recientemente ha pausado la actividad en varias factorías europeas debido a la debilidad de la demanda y a la presión de los fabricantes chinos que avanzan en el continente con modelos cada vez más competitivos. Pese a este contexto, Filosa aseguró que Stellantis no cerrará ninguna planta en Italia y que se mantiene el plan estratégico a largo plazo presentado en diciembre de 2024.
El ejecutivo explicó que la compañía se compromete a realizar pedidos a proveedores locales por valor de 6.000 millones de euros, reforzando así el peso del tejido industrial italiano dentro del consorcio. En la reunión también se confirmó que la producción del nuevo Jeep Compass arrancará en las próximas semanas en Melfi, en el sur del país. Además, el directivo detalló que la planta de Cassino, donde se ensamblan los Alfa Romeo Giulia y Stelvio, incorporará una oferta «multienergía» para garantizar un «futuro estable».
Filosa reclama flexibilidad a Bruselas
Durante el encuentro, Filosa reiteró que «no es suficiente», pero aseguró que «están haciendo todo lo posible considerando el contexto» y lamentó las dificultades que atraviesa el sector. «El hecho de que la Unión Europea haya impuesto unos objetivos tan estrictos en un plazo tan breve ha desplazado tanto la oferta como la demanda», según le citó un portavoz de la firma.
El responsable sindical de FIM-CISL, Ferdinando Uliano, valoró positivamente el anuncio de nuevas contrataciones, aunque advirtió que «serán necesarias más inversiones para recuperar los niveles de producción industrial en Italia». También se abordó la situación de la futura planta de baterías de Termoli, impulsada por Automotive Cells Company (ACC) —joint venture de Stellantis y Mercedes-Benz—, cuya decisión final sobre la inversión se espera antes de fin de año.

