China ha anunciado este mediodía que a partir de hoy impondrá restricciones a las exportaciones de 17 tierras raras, ligeras y pesadas, a Estados Unidos. Esta medida forma parte de las reacciones del país asiático a los aranceles recíprocos anunciados por el presidente de EEUU, Donald Trump, el pasado 3 de abril, que en el caso de la República este se trata de un gravamen del 54%.
Entre estos materiales se encuentra el itrio, un material empleado para la producción de baterías de coches eléctricos e híbridos, para aumentar su densidad energética. Por lo cual, esta situación podría complicar aún más el traslado del ensamblaje de vehículos al territorio norteamericano.
«El propósito de la implementación por parte del gobierno chino de controles de exportación sobre artículos relevantes de acuerdo con la ley es salvaguardar mejor la seguridad y los intereses nacionales, y cumplir con obligaciones internacionales como la no proliferación», según informó el Ministerio de Comercio chino en un comunicado.
Asimismo, China ha implementado un arancel del 34% sobre todas las entregas de productos estadounidenses, a partir del 10 de abril. También ha añadido 16 entidades estadounidenses a su lista de control de exportaciones, la cual prohíbe el envío de artículos de doble uso a las empresas afectadas; y otras 11 a la de «entidades no fiables», lo que permite a Pekín tomar medidas punitivas contra entidades extranjeras.
Arancel del 25% a todas las importaciones de vehículos en EEUU
El pasado 3 de abril, Trump hizo realidad su amenaza de un impuesto del 25% a todas las importaciones de vehículos. Una medida que perjudica, sobre todo, al consumidor estadounidense, dado que los precios podrían subir hasta 12.000 dólares —11.130 euros— por coche. Asimismo, indicó que las autopartes tendrán la misma tasa, a partir del 3 de mayo.
Esto se debe a que el 50% de los automóviles de EEUU vienen de fuera, principalmente de Canadá, México, Corea del Sur, Japón y Alemania. Según datos de Reuters, el territorio norteamericano percibió entregas de productos del sector por un valor de 474.000 millones de dólares —439.852 millones de euros— en 2024, incluyendo los vehículos de pasajeros, que tuvieron un valor de 220.000 millones —204.218 millones de euros—.
Entre los países más afectados se encuentran México y Canadá. Por un lado, el vecino del norte reaccionó imponiendo la misma tarifa a los vehículos estadounidenses. Mientras que el de sur indicó que estaba en un proceso de negociación para reducir estas tasa en los próximos 40 días.
Reacciones de las marcas
Entre los fabricantes peor parados, se encuentran las empresas asiáticas y europeas. Mientras, que entidades como General Motors o Ford salen algo mejor paradas que el resto. Asimismo, la entidad de vehículos eléctricos Tesla es la única que se verá beneficiada por esta medida, dado que produce el 100% en EEUU los coches que vende en el territorio estadounidense.
Por eso, las marcas no tardaron en dar una reacción en los dos días posteriores. Por un lado, Stellantis se vió obligada a despedir temporalmente a 1.000 empleados, mientras pausa la producción en algunas plantas en Canadá y México debido a los aranceles. No obstante, marcas como General Motors o Mercedes sopesan un aumento de productos en las cadenas de ensamblaje de sus factoría de EEUU.
Asimismo, Ford anunció descuentos en varios modelos desde el 3 de abril, apoyándose en su saludable inventario, para ofrecer a los clientes miles de dólares de descuento mientras los competidores aumentan los precios para absorber los costos arancelarios. Un plan, al que el consorcio italoamericano está planeando sumarse.