Se conoce como flota gris a aquellos vehículos particulares que se utilizan para realizar desplazamientos profesionales. Cabe destacar que se trata de automóviles completamente desvinculados del control y la gestión de la empresa que los trabajadores usan para efectuar sus desplazamientos, tanto para llevar a cabo sus tareas laborales como para desplazarse de casa al trabajo.
Este es un concepto que comparten siete de cada 10 conductores, y, sin embargo, la mayoría de ellos no están familiarizados con él. Para descubrir cuál es el grado de conocimiento al respecto, Continental y la Fundación CEA han realizado una encuesta de 17 preguntas sobre el tema, donde han participado 966 personas, todas ellas asociadas a CEA.
Según los resultados del informe, el 82% de los encuestados desconocía el término. Apenas un 11% había oído hablar de ella y solo un 7% tiene claro que es lo que es y sus principales características. También cabe resaltar que el 48% lo emplea de manera habitual y el 24% en alguna ocasión. Únicamente el 28% de los empleados no ha utilizado nunca sus medios personales para ir o desarrollar su trabajo.
Entre cinco y 14 años de antigüedad
Por otro lado, la antigüedad de estos automóviles se encuentra entre los cinco y los 14 años. Este dato afecta directamente a sus medidas de seguridad, puesto que solo el 21% cuenta con alerta de colisión frontal y un 16% con el frenado automático de emergencia. Estos porcentajes son llamativos, dado que el 16% indicó haber sufrido un accidente o incidente cuando iba camino al trabajo.
Asimismo, el 40% de los participantes señaló que recorre una media de entre 51 y 150 kilómetros, aunque cabe destacar que un 34% indicó que conduce entre 151 y 300 kilómetros y un 19% entre 301 y 600. Del mismo modo, solo un 2% recorre más de 600 y un 4%, menos de 50.
Si se presta atención a su tipo de motorización, la mayoría cuentan con una mecánica tradicional, con una clara predominancia del gasolina (64%) frente a otros carburantes —diésel (20%), híbrido enchufable (7%), eléctrico (5%) e híbrido (4%)—, por lo que se puede predecir que la mayoría de estos poseen la categoría tipo C. El conductor tipo de la Flota Gris declara tener la ITV en vigor, pero no realiza revisiones en su coche de forma habitual, solo «cuando toca».
¿Qué hacen las compañías?
El crecimiento de esta flota se debe principalmente a que las empresas no ponen alternativas para sus trabajadores. Tan solo el 33% de los encuestados señalaron que su compañía pone medios para garantizar sus desplazamientos laborales. Sin embargo, si se presta atención a esta cantidad detenidamente, el 5% de estos son vehículos de renting, el 23% servicios de taxi o VTC y un 4% de las ocasiones son de alquiler.
Por otro lado, el 35% de los trabajadores que no disponen de alternativas para sus desplazamientos laborales son compensados de alguna manera por sus empleadores por los costes que conllevan dichos trayectos. Esta cifra indica que más de la mitad no recibe ninguna bonificación por el uso de su propio coche para las tareas laborales.
El presidente de Fundación CEA, Rafael Fernández, indicó que «las administraciones públicas deben ayudar para que se conozca más esta situación, ya que es fundamental que todos los actores implicados, desde organismos hasta fundaciones, pasando, cómo no, por las empresas, concienciemos sobre lo fundamental que es la seguridad, más si cabe en este tipo de vehículos que se utilizan para desplazamientos a diario».
Por otro lado, el director de comunicación y relaciones públicas de Continental, Jorge Cajal, señaló durante la presentación de este estudio que para su empresa es prioritario, «ya que realizamos una importante contribución a la movilidad segura y ecológicamente eficiente, donde la protección es uno de sus pilares significativos».
Obligaciones de las empresas
Según el estudio, el 95% de las personas preguntadas desconoce que las compañías deben conocer y estar al tanto de los vehículos particulares que sus empleados utilizan para efectuar todos sus desplazamientos de tipo laboral, dado que los mismos se consideran equipos de trabajo y, por tanto, han de estar afectos al control de la empresa que los tiene contratados. Sin embargo, solo un 4% de las entidades se preocupa por saber los datos de estos automóviles, mientras que un 3% realiza las inspecciones pertinentes.
Ante esta situación, casi 6 de cada 10 encuestados creen que se debería regular este asunto. Aunque la mayoría lo opinan por motivos ambientales y económicos (58% cada uno de ellos) antes que por la seguridad (49%).
