Tras aplazar varias veces la votación, los derechos compensatorios a las importaciones de vehículos eléctricos chinos han sido oficialmente ratificados por los países miembros en una votación definitiva en el Consejo Europeo para su implantación a partir del 31 de octubre, durante los próximos cinco años (es decir, hasta principios de noviembre de 2029), según ha informado Bruselas en una nota de prensa.
Para que esta medida se hubiese echado para atrás se hubiera necesitado que al menos 15 estados, que representen al menos el 65% del bloque, votaran en contra. Previamente los integrantes de la UE habían recibido un borrador de la regulación con las medidas propuestas.
Sólo cinco países de los 15 necesarios votan en contra de los aranceles a los vehículos eléctricos chinos
Sin embargo, solo cinco se han opuesto, representando al 22,65% de la población de la UE. Se trata de Alemania, Hungría, Eslovaquia, Eslovenia y Malta. Por su parte, 10 han dado luz verde a los gravámenes: Bulgaria, Dinamarca, Estonia, Francia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Países Bajos y Polonia. Entre ellos suman el 45,99% de los habitantes del viejo continente.
Por último, 12 naciones, entre las que se encuentra nuestro país, se han abstenido, alcanzando el 31,36% de las personas europeas. En esta lista figuran Austria, Bélgica, Croacia, Chipre, España, Finlandia, Grecia, Luxemburgo, Portugal, República Checa, Rumania y Suecia.
La negociación entre China y Bruselas sigue
No obstante, la Comisión Europea va a seguir negociando con China y, de hecho, en las últimas fechas se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de establecer un mecanismo que fije un precio mínimo para la importación de los vehículos y un número máximo de transacciones.
Varios países habían mostrado su postura antes de la votación. Por ejemplo, el ministro de Relaciones Exteriores italiano, Antonio Tajani, ya había adelantado su «sí» con el fin de «competir en igualdad de condiciones», a pesar de que China dijo estar dispuesta a promover la inversión mutua entre las compañías automotrices de los dos países y de que su ministro de Industria, Adolfo Urso, dijo a Reuters que esperaba una solución negociada.
Por el contrario, Alemania se contaba por descontado en el no, ya que se puede ver especialmente perjudicada por la posible escalada de las fricciones económicas entre ambos territorios, debido al alto volumen de ventas que realiza en el país asiático y a que varias marcas, como BMW, Mercedes-Benz o Volkswagen, habían pedido que votara en contra.
España se abstiene en la votación definitiva por los aranceles de los vehículos eléctricos chinos
En el caso de España, se ha abstenido, a pesar de que, inicialmente, se había situado dentro del bloque que se podía negar a instaurar esta medida, en consonancia con las declaraciones del presidente, Pedro Sánchez, que visitó (por segunda vez en menos de dos años) la nación presidida por Xi Jinping y pidió a la CE reconsiderar la iniciativas. Asimismo, además de abogar por un entendimiento, se reunió con el presidente de Saic Motor, Wang Xiaoqiu, por lo que las buenas relaciones podrían facilitar la llegada de la planta de MG a nuestro país.
Los gravámenes se sumarán a la tasa actual, del 10%, y, tras los últimos ajustes, quedaron en un 7,8% para Tesla (que logró una cifra individual tras solicitar auditar su caso específico); 17% para BYD; 19,3% para Geely; 35,3% para Saic (MG) y las empresas que no ofrecieron datos a la UE; y, finalmente, 21,3% para aquellas que colaboraron pero cuya información no se empleó en la investigación, como Dongfeng o Nio.
El referendo estaba previsto para la semana pasada, pero se retrasó mientras continuaban las negociaciones con el país asiático. No obstante, a pesar del resultado, ya se adelantó que estas conversaciones continuarán, con el fin de llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. Y es que la UE introducirá una disposición para que esto sea posible en un proyecto de ley que se espera que se vote próximamente, de acuerdo con fuentes de Automotive News.
Del mismo modo, China dijo que no cejará en sus esfuerzos y persistirá en celebrar consultas «hasta el último momento». Por su parte, la UE dejó claro que continuará su investigación.
Búsqueda de un entendimiento
Dos semana antes de la votación, Valdis Dombrovskis, comisario de Comercio de la UE, mantuvo una reunión con el ministro de Comercio, Wang Wentao (que previamente había visitado algunos países como Alemania, Italia y Bélgica en busca de apoyos para su causa). En este encuentro, que calificaron de «integral, profunda y constructiva», según un comunicado del Ministerio de Comercio de China reportado por la agencia china Xinhua, ambas partes expresaron la voluntad política de resolver las diferencias a través del diálogo y la negociación.
Por ello, acordaron seguir trabajando por alcanzar un acuerdo para establecer un mecanismo de precios mínimos y de volúmenes de exportación máximos. Sin embargo, la República Popular ya había puesto sobre la mesa previamente una propuesta de este tipo, que fue rechazada por la Comisión Europea por considerar que las condiciones no eran aceptables.
Para que sea aceptada por la UE, la solución tendría que cumplir unos requisitos estrictos: estar en línea con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), abordar el impacto de los subsidios de China y ser algo que pueda monitorear para su cumplimiento.
Posibles represalias
China siempre ha considerado la investigación de la UE como «injusta y no razonable» dado que no fue precedida por una denuncia formal por parte de las industrias europeas. De hecho, presentó el pasado 9 de agosto una apelación ante la OMC para impugnar la imposición de aranceles adicionales. Además, como respuesta inició sus propias indagaciones sobre productos europeos, como el coñac francés o la carne de cerdo. Esto último, muy relevante para España.
No obstante, estas represalias podrían ir más allá si no se logra una solución al conflicto, ya que el ministerio advirtió que China tomará «las medidas necesarias para proteger los legítimos derechos e intereses de sus empresas, si la UE insiste en implementar aranceles irrazonables». Y es que se estaría contemplando revisar todos los productos que viajen de Europa a la República Popular.
Según los orientales, siempre han ejercido la prudencia, conteniéndose en el uso de medidas restrictivas y defendiendo un comercio libre y justo. China es el segundo mayor socio comercial de Europa y ambos llevaron a cabo actividades comerciales por valor de 739.000 millones de euros en 2023.
