La Comisión Europea (CE) confía en que su investigación y sus medidas contra las subvenciones estatales a los vehículos eléctricos chinos sean compatibles con las normas de la Organización Mundial del Comercio y que su investigación continúe, según ha declarado este viernes el brazo ejecutivo de la UE.
La Unión Europea (UE) impuso en julio aranceles provisionales de hasta el 37,6% a las importaciones de vehículos eléctricos fabricados en China, con la intención de proteger su producción nacional de vehículos eléctricos, después de que una investigación descubriera dumping por parte del gigante asiático.
China solicitó el viernes una consulta a la OMC y alegó que los resultados de la investigación de la UE y los aranceles provisionales carecían de base fáctica y jurídica y violaban gravemente las normas del organismo mundial.
Una OMC lenta y con fuertes demoras
La Comisión, que se ocupa de todas las cuestiones comerciales en nombre de los 27, declaró que estaba estudiando detenidamente todos los detalles de la solicitud de Pekín a la OMC y que respondería a las autoridades chinas a su debido tiempo de acuerdo con los procedimientos de la organización «La Comisión confía en la compatibilidad de su investigación y sus medidas provisionales», declaró un portavoz de la Comisión. Y añadió: «Esta solicitud de consultas no afecta al calendario de la investigación antisubvenciones, que sigue su curso».
Además, la resolución de estos casos suele demorarse considerablemente debido a la inoperatividad del Órgano de Apelación, que ha estado paralizado desde 2019 por la falta de nuevos nombramientos. Sin embargo, tanto la UE como China forman parte del Acuerdo de Arbitraje Multipartito de Apelación Provisional (AMIP), que facilita la resolución mientras se espera la reactivación del Órgano.