El presidente de la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto), Francisco Riberas, ha avanzado que dentro de «dos años» va a haber «35 plantas de fabricantes chinos en el mundo que están o van a estar» fuera de su país de origen y «hay que aprovechar esta oportunidad».
Sobre todo porque los fabricantes de componentes nacionales, comparado con la integración que tienen en los constructores de vehículos europeos y estadounidenses, tienen poca penetración en la república popular. Una nación que en 2023 alcanzó los 28 millones de coches ensamblados, pero que tiene capacidad para 45, lo que puede suponer un incremento sustancial de las exportaciones a la UE.
Preguntado sobre el primer desembarco a nivel industrial de este tipo de marcas en nuestro país —con Omoda y Jaecoo en la antigua fábrica de Nissan Barcelona—, en una fase inicial, que de momento implica ensamblar pocas piezas, Riberas ha señalado que es un tema normal.
Asimismo, en relación a las perspectivas de futuro, durante la presentación de los resultados del sector de los componentes, el también líder de Gestamp avanzó que la producción mundial no alcanzará los 95 millones de vehículos anuales, logrados en 2017, hasta «2027».
Cuatro millones más en China, 3,3 menos en Europa
Cabe subrayar que en el pasado ejercicio fue de 90 millones de unidades, lo que supuso superar los 89 de 2019, el año antes de la pandemia. No obstante, el directivo recuerda que mientras que en los últimos cinco años Europa ha perdido 3,3 millones de vehículos producidos por curso, China ha ganado cuatro.
Esto se acentuará en 2024, cuando el global cerrará plano, aventura Riberas, pero con nuestro continente bajando algo y con el gigante chino ligeramente al alza. A mayores, estos productores tienen mayor dominio del VE.
Además, en 2023 fue la primera vez que este país fue líder en exportación mundial de coches, con alrededor de cinco millones de unidades. A la vez, incide en que el 66% de los eléctricos que se venden globalmente recaen en ese mercado.
Una facturación histórica del sector de los componentes, pero con peros
En relación a los resultados de las compañías englobadas en Sernauto, su director general, José Portilla, destacó que la facturación fue la más alta de la historia con 41.529 millones de euros (+10,3%), aunque según avisa su presidente, es imposible saber qué parte es consecuencia de la inflación y qué parte por un incremento de la actividad o del valor de los productos vendidos.
Lo que sí está claro es que el 60% se logró gracias a la exportación, que se situó en 25.140 millones de euros (+10,9%). Los 16.389 restantes (+9,3%) responden a demanda local, de los que 10.094 (+10,8%) son de primer equipo y 6.295 a recambios.
De cara a la previsión para 2024, se espera un ascenso del 3% del volumen de negocio, lo que supondría también un segundo descenso consecutivo del aumento, después de que entre 2022 y 2021 la subida fuera de un 17,4% y de un 10,3% el año siguiente.
¿Cómo hacer que los eléctricos sean más baratos?
En el medio plazo, un aspecto que preocupa es que el presidente de Sernauto y de Gestamp señala que hay un exceso de oferta, lo que puede dejar un mercado más apretado, lo que podría conllevar descenso de márgenes, en un momento en el que es necesario invertir por el cambio tecnológico.
No obstante, Riberas afirmó que están «acostumbrados a ser competitivos», pero que tratar de ajustar el precio a los proveedores es «una visión corto placista» y que la forma de enjugar la diferencia de precio entre los coches de combustión y los eléctricos, «no es apretando los márgenes de los proveedores».
En este sentido, aportó que el camino es logrando tener masa crítica, relocalizando las baterías —los costes logísticos son muy altos— y produciendo coches que sean nativos eléctricos y no adaptaciones de los gasolina, porque estos tienen partes que no son necesarias para los cero emisiones y que encarecen la producción.
Empleo, ligeramente al alza en los proveedores de automoción
En cualquier caso, el presidente de Sernauto, abogó porque los coches emitan lo menos posible y se fabriquen aquí, por la generación de riqueza que ello implica, y de puestos de trabajo.
Mientras que la previsión es que el empleo crezca un 1% en 2024, en el curso previo se incrementó en un 0,8% hasta las 204.650 personas, un año antes había cosechado esta misma alza. Si se tienen en cuenta los indirectos, la cifra alcanza las 332.500.
