El presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), Luca de Meo, ha alertado de que «los europeos seguirán controlando no más del 5% de la cadena de valor de la extracción y refinado de las materias primas [del vehículo eléctrico] de aquí a 2030».
En el foro Anfac Juntos hacia el futuro, el también CEO del Grupo Renault ha señalado que «durante décadas el motor de combustión interna funcionó como barrera de entrada para los europeos, ahora son los europeos son los que se encuentran relativamente vulnerables sobre todo frente a los chinos».
El precio del litio se ha multiplicado por seis
A ello, se le añade «la volatilidad del precio de las materias primas en la cadena de valor del vehículo eléctrico». Por ejemplo, en el litio, «en dos años su precio se ha multiplicado por 12 y después se ha dividido por dos».
A estos factores externos, que no dependen directamente de las administraciones, se suman otros que sí están en manos de los Gobiernos. En este sentido, De Meo ha denunciado «la volatilidad regulatoria que añade otra carga, como vimos con la Euro 7». «Los europeos están regulando como locos y no de forma coherente», ha subrayado.
Así, ha ironizado que «mientras Europa baila el chachachá, el resto del mundo no se anda con chiquitas». Por eso ha pedido menos burocracia, puesto que «además de la transformación empresarial se está configurando una nueva geografía mundial para los fabricantes de automóviles y eso, especialmente para los europeos supone un enorme reto. Significa una inversión del equilibrio geopolítico en términos de control de la cadena de valor», matizaba.
Un 20%-25% del presupuesto en I+D para cumplir con las restricciones
Uno de los aspectos que se han puesto de relevancia durante este encuentro anual es que a la vez que China y EEUU aportan subvenciones en el camino hacia la electrificación, Europa lo que hace es regular y restringir.
En este sentido, el directivo italiano ha detallado que entre el 20% y el 25% del presupuesto en I+D de los fabricantes se emplea en cumplir con la normativa comunitaria de diferente índole, ya que «tenemos una media de ocho o nueve nuevas normativas al año de aquí a 2030». Esto despista del verdadero fin que es «tener nuestros negocios adaptados al nuevo terreno de juego».
De hecho, el sector ha invertido ya 250.000 millones de euros en Europa en el camino hacia la electromovilidad y el mundo en su conjunto un billón de dólares. También en el cambio hacia el VE, el italiano ha destacado que deben ser los ciudadanos con más capacidad adquisitiva la que asuman la mayor parte del coste. «La transición al eléctrico la van a tener que pagar los ricos», ha sentenciado.
«Una ventanilla única para la normativa del sector»
Para evitar los vaivenes, De Meo ha apostado por «dotarnos de una autentica política industrial europea para el automóvil con un enfoque holístico, con unos cuantos principios y objetivos claros, un plan». Así como «un proceso para asegurarnos de que nos mantenemos en la onda en todo momento».
A mayores «tenemos que sentar a todos a la mesa para tener una visión de 360 grados y crear una ventanilla única para la normativa del sector de modo que no acabemos con el vagón yendo a la derecha y a la izquierda al mismo tiempo».
Año estable, mala noticia para la ACEA
Cuestionado por cómo ve 2024, De Meo ha avanzado que esperan «un año estable, lo que no es una buena noticia» porque «son unos niveles muy por debajo» de lo conveniente, «nos falta un 20%-25% del mercado de la última década», ha sentenciado.