Las marcas del sector de la automoción finalizaron 2022 con una facturación de 70.392 millones de euros, lo que supone un 15,8% más que en 2021 y, lo que es más importante, un volumen de negocio ligeramente superior a los 69.500 con los que cerraron 2019, el año anterior a la pandemia, según los datos que ha facilitado hoy Anfac en su informe anual.
Todo ello a pesar de que entonces se ensamblaron 2.822.632 vehículos, un 27,17% más que los 2.219.462 con los que concluyó el pasado ejercicio y se han vendido un 36,9% menos de automóviles que hace tres cursos.
No obstante, el resultado neto en 2019 se situó en 960 millones, creciendo un 46% en comparación con el año previo, mientras que en 2022 fue solo de 767 millones, tras ceder un 33%. Esto se debería, principalmente, al encarecimiento de la energía y de las materias primas que se vivió el ejercicio anterior, sobre todo, por la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
En cuanto a la inversión industrial de los fabricantes, creció un 14,5%, hasta los 1.710 millones de euros, gracias, sobre todo, a la necesidad de las factorías de adaptarse a los vehículos eléctricos. En total, en este sector (incluyendo filiales y plantas) en España trabajan 62.341 personas, lo que supone un 1% más que en 2021.
Por otro lado, la recaudación fiscal generada por el automóvil se incrementó en un 13,2%, hasta los 39.177 millones de euros. En este campo, destaca la subida de los ingresos estatales por el Impuesto de Matriculación del 7,8%, con 4.590 millones. Esto se debe al cambio de homologación, pero también al alza del precio de los coches, ya que en 2022 se vendieron un 6,1% menos.
Anfac pide cambiar radicalmente el Plan Moves
En este sentido, el director general de Anfac, José López-Tafall, señaló que confiaban en que era el año de recuperación, pero al final no ha sido así, en parte por la Guerra de Ucrania, pero también porque ha continuado habiendo una crisis de semiconductores que ha provocado escasez de vehículos.
El ejecutivo, que ha hecho balance de las acciones de la asociación y de la Administración, ha recordado que una de las cuestiones que necesita España para atraer inversión es que el mercado de vehículos eléctricos crezca exponencialmente, para lo que ha solicitado un nuevo plan de incentivos totalmente diferente al Moves III, aunque no ha profundizado en cuáles serían las principales líneas. Esta nueva iniciativa tendría que estar lista nada más finalizar el actual programa, el 31 de diciembre de 2023, para el que espera que se garanticen los fondos hasta esa fecha.
Esta es una de las cuestiones que ha planteado de cara al Gobierno que se forme tras las elecciones del 23 de julio, pero no ha sido la única. El santanderino ha vuelto a insistir en que hay que recuperar las ayudas a los coches térmicos para renovar el parque, que ya ronda los 14 años de antigüedad. En este punto, también recuerda la necesidad de que se incluyan los vehículos industriales.
Otro aspecto de gran relevancia para impulsar la electromovilidad es que Bruselas fije objetivos vinculantes para los estados miembros en materia de puntos de carga, aprobar un Moves para infraestructura, simplificar los trámites administrativos, así como la creación en el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana un organismo que se monitorice el despliegue de los cargadores.