Hace más de un año desde que se anunció la paralización de la actividad en la fábrica de Saarlouis para el verano de 2025 (una vez finalice la producción del modelo Focus) y, finalmente, parece que se consolidará su traspaso. Ford ya ha dado el primer paso hacia su venta y ha anunciado la firma de una carta de intención (LOI) con un inversor aún desconocido, ya que la empresa seguirá manteniendo la incógnita por precaución.
En palabras de la primera ministra de la región de Saarland, Anke Rehlinger, recogidas por el sindicato alemán IG Metall: «Si menciono el nombre aquí, ¡puede ser que el acuerdo estalle!». A pesar de ello, confesó que se trata de «un importante inversor industrial, incluso si todavía hay que negociar muchos detalles. Ya no es una cuestión de si hay un inversor, sino, de ahora en adelante, de cómo» y quién.
No obstante, se trata de un documento que no sería legalmente vinculante, pero que sí constituiría una base sobre la que negociar.
La nueva empresa se haría cargo de la planta a partir de finales de 2023, según comunicó Markus Thal, presidente del comité de empresa, en una reunión mantenida el pasado 30 de junio, en la que se establecieron las indemnizaciones mínimas en caso de que los empleados no tengan ninguna oportunidad de empleo en la futura etapa. Anteriormente, se había anunciado que el nuevo propietario podría crear, a largo plazo, hasta 2.500 nuevos puestos. En este momento los trabajadores de Saarlouis se cifran en 4.500 personas, de las cuales al menos 1.000 mantendrían su trabajo hasta 2032.
Estas nuevas noticias paralizaron la votación, prevista para el pasado 28 de junio, sobre la posible huelga indefinida de los operarios de la fábrica.
“Esta ha sido una gran hazaña, aún no hemos alcanzado nuestro objetivo, pero vamos por el buen camino. Estamos luchando por nuestros puestos de trabajo y por evitar el cierre rápido de la planta y hoy nos hemos acercado mucho más a esta meta”, afirmó Thal, quien considera que el empuje de los sindicatos ha acelerado el acuerdo. Además, aseguró que en el mes de septiembre, el inversor se personará en Saarlouis para ver la planta y que a finales se aclararán las condiciones marco para los trabajadores y las estructuras para la cogestión. “El objetivo explícito es concluir un contrato vinculante con el inversor para finales de ese mes”, adelantó.
Especulaciones e incógnitas
La prensa alemana sigue elucubrando sobre los posibles candidatos a comprador. El medio Handelsblatt, afirmó que los involucrados en el acuerdo habrían pactado no revelarlo, ya que Ford podría seguir en conversaciones con otros potenciales inversores.
Uno de los nombres más repetidos es BYD. Este fabricante chino estaba en las apuestas de la mayoría, pero pareció descartarse después de que afirmara que estaba más interesado en crear una planta desde cero. Sin embargo, ha vuelto a considerarse después de que Stella Li, vicepresidenta ejecutiva de la firma, avanzara a Reuters, la intención de la compañía de contar con dos plantas en Europa.
A pesar de ello, también se habla de otros dos fabricantes más pequeños, pero también de origen asiático, como pueden ser Grupo SAIC o Great Wall Motors, que ya estuvo interesada por Nissan Barcelona, pero que después renunció porque prefería construir una fábrica nueva.
