Después de que Ford se decantara por Valencia para alojar su nueva plataforma eléctrica GE-2, donde se podría a cabo el montaje del Mustang Mach-E, la fábrica de ensamblaje de vehículos en Saarlouis (Alemania) quedó condenada al cierre. De hecho, la marca anunció el cese, para 2025, de la producción de Focus en esta planta y el inicio de la búsqueda de alternativas para su uso y para los 4.600 trabajadores que la integran. Ahora parece que el futuro de la factoría se empieza a clarificar y tiene nombre asiático. De los tres principales posibles inversores, los dos que lideran las ofertas son fabricantes de automóviles chinos.
Concretamente, uno de ellos se trataría de BYD mientras que el otro involucra a diversas compañías más pequeñas. Sin embargo, aún no habría ninguna operación cerrada de forma definitiva ni garantía de que se selle en una fecha concreta.