Gabriel Leal (Signus): «Se prohíbe el granulado de menos de 5 mm sin reparar en criterios prácticos ni económicos»

La tarea del director general de Signus Ecovalor, Gabriel Leal, no es sencilla: organizar la recogida de «residuos» de los talleres, como es el neumático fuera de uso, y buscarle una utilidad a sus componentes para que puedan ser parte de la economía circulante. Y, ahí es donde debe aparecer el ingenio para buscar nuevas utilizaciones y productos derivados que llevar a producción. Reproducimos la entrevista publicada en el último número de La Tribuna de Automoción.

PREGUNTA.— ¿Cómo valora el último año?

RESPUESTA.— 2022 fue excelente. Superamos las 200.000 Tn de recogida y gestión, con un mercado que se comportó muy bien, aunque de forma distinta a 2021. Entonces las ventas y la generación de neumáticos fuera de uso fue de menos a más, pero el 2022 fue al revés, de más a menos.

P.— ¿Hay previsión de una próxima recuperación?

R.— Por ahora no, aunque son vaivenes. Hay canales que tienen una menor actividad como el de agrícola pues el calor y la falta de lluvia ha influido negativamente en su labor. También esperamos que el neumático de transporte se recupere en los próximos meses.

Incremento de precio que queda diluido en la factura final

P.— Para 2023 se hizo una reestructuración de la tarifa Ecovalor, con un incremento de hasta el 20% en algunas cubiertas, ¿cómo se ha recibido por parte del cliente o del taller?

R.— Hay que tener en cuenta que, desde que empezamos, ha ido bajando año a año y esta reducción ha llegado a ser de casi el 50%. A partir de aquí, hemos tenido que incrementarlo a causa de la crisis energética. Nuestros gestores, los transportistas, trituradores y granuladores nos solicitaron subir las tarifas porque tenían problemas para cubrir los costes energéticos. Esto nos creó tensiones fuertes y tuvimos que firmar nuevos acuerdos.

Hemos subido la tarifa de 2022 al 2023 pero en los últimos seis ejercicios, el precio del neumático se ha incrementado mucho más del 20%, con lo que la importancia del Ecovalor en el costo del neumático queda muy diluido.

P.— ¿Qué previsión de trabajo tienen para 2023?

R.— Diría que las mismas, superar las 200.000 toneladas de neumáticos fuera de uso gestionados. Nos estamos encontrado unas cifras de recogida superiores a las esperadas respecto a las ventas declaradas por nuestros centros adheridos. Entendemos que los almacenes de los talleres y los distribuidores se están vaciando, es decir, se compró mucho por la subida de precios de los neumáticos durante el año pasado por parte de estos y ahora se están suministrando al usuario y no se están reponiendo en los almacenes todavía.

Incremento de la gestión sobre las ventas declaradas

P.— En 2021 se recogieron entre un 100,5% y un 101% con respecto a las ventas declaradas y tiempo atrás se comunicó hasta un 120%, ¿cómo podría terminar este año?

R.— Es un proceso que ya está equilibrado. Antes no se tenía en cuenta el neumático de segundo uso, que ahora sí, y eso nos permite reducir seis o siete puntos los valores en su discordia. Este año, calculo que estaremos entre un 5% y un 7% de exceso de gestión sobre la puesta en el mercado declarado.

P.—¿No se ha conseguido variar el resultado con la llegada del Real Decreto Ley 731/2020?

R.— Sí, pero una cosa es lo que dice el texto y otra la realidad. Nuestros ingresos son sobre lo que los fabricantes ponen en el mercado, el sell in, sin embargo, las recogidas son sobre el sell out, lo que se comercializa en tienda o taller al usuario. En medio está el almacén, y, los incrementos o reducciones de sus existencias, son las variaciones que a nosotros nos afectan. Independiente de esto, está el fraude, vender neumáticos no declarados.

P.— ¿Se está llevando a un extremo poco útil la reutilización o segundo uso del neumático?

R.— Encontramos objetivos que no son factibles, como una exigencia de reutilización mayor de las cubiertas cuando en el segundo uso no tenemos responsabilidad en esa clasificación. Es el consumidor quien decide cuándo sustituirlos, pero la Administración está empeñada en incrementar ese porcentaje. Proponen alcanzar el 17% cuando, ahora, estamos en el 12% de reutilización. Aumentarlo será muy difícil.

Preocupación por los neumáticos vendidos por los desguaces y no declarados

P.— También han señalado que había una pequeña brecha en el sistema con entrada de neumáticos a través de distribuidores y talleres de Alemania, Bélgica y Países Bajos. ¿Se ha avanzado en la erradicación de este problema?

R.— Estas brechas, afortunadamente, son pequeñas. A lo que más atención estamos prestando es a la venta de cubiertas desde desguaces, que estarían en torno a las 10.000 toneladas año, pero de las que apenas declaran 500 Tn a los sistemas de gestión de neumáticos de reemplazo.

P.— ¿Qué control se hace de esto?

R.— Teóricamente está en manos de las Comunidades Autónomas. Son vendidos a los talleres o directamente a los usuarios. Son unas 25.000 toneladas de neumáticos los que anualmente entran en los desguaces y se podría decir que un 40% de estos terminan en el mercado de segunda mano.

Previsible pérdida de pedidos de granulados

P.— Desde Europa están poniendo trabas a la reutilización de materiales considerados residuos, algo que les limita el aprovechamiento de algunas materias que obtienen con el reciclado como es el granulado, ¿se ha avanzado en este sentido?

R.— Del mismo modo que el año pasado hubo noticias positivas, este no ha sido así. Hubo una orden ministerial que indicaba que el uso de caucho reciclad procedente de neumáticos perdía la condición de residuo, eliminando las trabas a comerciar con derivados de estos. Pero este año nos encontramos que la Comisión Europea ha recomendado prohibir la comercialización de microplásticos de un tamaño menor de 5 mm en aplicaciones que se puedan extender al medio ambiente. Y, una de ellas es la de los rellenos de los campos de hierba artificial con granulado de caucho.

Esta prohibición, una vez aprobada por el Parlamento, entrará en vigor en el año 2031. Hemos luchado dos años para que reconsideraran esta posición en Europa, pero cuando se habla de microplásticos se muestran inflexibles. Es un tema tabú y no quieren rectificar. No hay producto alternativo que tenga las mismas propiedades y coste que tiene el caucho reciclado. Creemos que no se han tenido en cuenta las consecuencias prácticas y económicas que esta restricción generará.

P.— ¿Cuáles son los nuevos productos en los que están trabajando?

R.— Una línea de investigación que seguimos está en el área textil. Queremos despolimerizar el compuesto para lograr monómeros y volverlos a convertirlos en fibra que podría dar varios productos diferentes como nailon o poliéster. Esto está en última fase de desarrollo y se ha visto que en laboratorio se puede hacer, pero hay que ver cómo se lleva a la industria, qué costes conlleva y cómo se genera el proceso de producción. Además, seguimos impulsando nuevas aplicaciones del caucho reciclado en la construcción en el uso con las mezclas asfálticas.

Preocupación por el medio ambiente

P.— Entre 2019 y el 2022 lograron reducir la huella de carbono en un 30,5%, ¿cómo lo hicieron?

R.— Ayudando a nuestros gestores a que instalaran placas fotovoltaicas y añadiéndolo al pliego de condiciones para los nuevos que entran. Además, muchos han contratado energía de fuentes renovables y han comenzado a utilizar vehículos eléctricos en la recogida. El registro lo tenemos auditado por Aenor y registrado en la Oficina de Cambio Climático.

En el Ministerio te dan tres sellos por medir, reducir y compensar y nosotros hemos conseguido los dos primeros. El último podría ser mediante la plantación de árboles, aunque se están buscando nuevos métodos para hacerlo, con otras actividades.

P.— ¿Qué cantidad de restos de neumáticos se están enviando a cementeras?

R.— Estamos limitados por los objetivos del Plan Estatal marco de Residuos en la que nos indican que no podemos dedicar más de un 40% de nuestra gestión a este destino. Debemos cumplir con el principio de jerarquía de residuos, por lo que hay que primar el reciclaje tanto del acero como del caucho obtenido en las ruedas.

P.— ¿Han calculado cuál es el porcentaje de recogida que no se corresponde con neumático?

R.— Para los llamados impropios, aquellos productos que llevan incorporado residuos como tierra o agua cuando se recoge, tenemos estadísticas que indican que, en los meses lluviosos, hay un 4% más de peso por el agua caída.

En la carga del vehículo, se revisan uno a uno y se eliminan otros elementos como piedras. Además, el propio gestor se puede negar a la recogida si no están en condiciones de almacenamiento o si están mezclados con otros residuos. Ha pasado varias veces, que estaban junto a plásticos o maderas y no se han subido al camión.

P.— ¿Qué le pide al Gobierno que salga de las urnas?

R.— Habría muchas peticiones, aunque algunas, entiendo, que no se podrían cumplir. El principal cambio sería una Administración menos compartimentada, donde la central y las autonomías tuvieran más diálogo, especialmente en temas como este de economía circular, donde se compartieran sus propios objetivos.