Volvo anunció a través de un comunicado la reducción de 1.300 puestos de sus empleados de oficina de Suecia, como parte de sus modificaciones estratégicas para «asegurar una base de costes más eficiente y sostenible para el futuro», tal y como aseguran desde la marca. Así, pretenden hacer frente a los obstáculos económicos, el aumento de los precios de las materias primas y el incremento de la competencia.
Alrededor de 1.100 de estos trabajadores pertenecen a Volvo Personvagnar AB, la principal unidad operativa global de la firma. Por ello, el pasado 4 de mayo, Volvo Cars inició una negociación con los sindicatos e informó a las autoridades suecas.
La naturaleza exacta y el número concreto de reducciones de puestos de trabajo se determinarán en el próximo período, una vez que se haya determinado la «configuración estructural óptima (…). Los ajustes cumplirán con los requisitos locales pertinentes», reza el comunicado emitido.
Además, Polestar, marca perteneciente al grupo, llevará a cabo el recorte del 10% de su personal, lo que se traduce en 300 personas. También, evitará las 500 contrataciones que tenía previstas para este año. Se trata de una consecuencia directa ante la previsión de reducir las ventas durante el ejercicio en curso.
