La compañía germana ha reorganizado el departamento que más volumen negocio genera, de de movilidad, para amoldarlo a los cambios que se están produciendo en el sector de la automoción. De hecho, dispondrá de directiva propia. Pero, a pesar de que contará con una plantilla de unos 230.000 trabajadores, en 300 localizaciones de 66 países, no se ha indicado cómo estará organizada ni cuáles serán las nuevas áreas que la conformarán. Sin embargo, sí que se ha revelado que cambiará de nombre, pasará de Mobility Solutions a Bosch Mobility, y que los cambios serán efectivos a partir del 1 de enero de 2024.
Además, se señaló una nueva apuesta por el software para sistemas operativos y aplicaciones específicas, así como por la electrónica del automóvil y una mayor implicación en la producción de microchips. Para ello, tiene previsto comprar parte del negocio de la estadounidense TSO Semiconductors e invertir más de 1.400 millones de euros en la planta situada en Roseville, California, para, a partir de 2026, producir semiconducotres en obleas de 200 milímetros de carburo de silicio.
Estos anuncios se concretaron durante la conferencia de presentación de resultados donde también adelantaron las previsiones para este año así como algunas pinceladas para los venideros. Entre ellos, se comentó que confían en lograr una facturación de 80.000 millones de euros en 2029 solo con este área.
Además, en la transición hacia la electrificación, han creado una nueva cartera de productos bajo el programa eLion destinada a los vehículos fuera de la carretera: tractores, hormigoneras y excavadoras.
En 2022 superó las previsiones
En cuanto al repaso de 2022, sus ventas globales llegaron a los 88.200 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 12%, un tanteo que se reduce al 9,4% si se tiene en cuenta el tipo de cambio, mientras que un año antes los ingresos ascendían a 78.700 millones de euros. Por otro lado, el Ebit también fue superior, 3.800 millones en 2023 frente a 3.200 un curso antes, y el margen Ebit operativo aumentó del 4% a 4,3%.
En otro orden de cosas, las inversiones ascendieron a 12.000 millones de euros, dejando 7.200 millones para investigación y desarrollo (1.100 millones más que en 2021) mientras que las destinadas a bienes de capital también subieron en 1.000 millones alcanzando los 4.900 millones.
Por último, el ratio de endeudamiento también aumentó ligeramente evolucionando del 45,3% al 46,6% debido, en parte y se según señalaron desde Bosch, a la inmovilización de fondos para asegurar su capacidad de suministro.
Y, ateniéndose a la división de movilidad, la que ahora pasará a denominarse Bosch Mobility, mejoró sus ventas un 16%, un 12,1% si se tiene en cuenta el cambio de tipo, hasta los 52.600 millones de euros, mientras que el margen operativo evolucionó del 0,7% al 3,4%. Cabe recordar que desean llegar a 80.000 millones en 2029 solo en este departamento lo que supondría un crecimiento del 52,09% hasta entonces.
Previsión para 2023: crecer entre un 6% y un 9%
El inicio de curso ha sido positivo para el gigante germano que ha visto cómo sus ventas globales aumentaban un 3,5% en el primer trimestre, empujadas, en buena, parte por el ascenso del 18,1% en la división de Norteamérica, mientras que en la europea ha sido del 7,7%.
Esto hace ser optimista a la dirección de la compañía que prevé un repunte de su facturación entre un 6% y un 9% a final de año, mientras que el EBIT operativo sería del 5%, todo esto en un contexto de frenazo en la economía mundial, en la que se prevé que solo crezca un 1,7%.
