La patronal europea de las compañías de componentes, Clepa, aprovechó el editorial de diciembre de su secretario general, Benjamin Krieger, para secundar la petición del sector de que la Unión Europea catalogue las piezas de vehículos eléctricos como inversión sostenible. En el espacio comunitario, la guía para definir un proceso o producto con esa etiqueta es la Taxonomía de Financiación Sostenible, un acto delegado —acciones no legislativas que modifican o complementan aspectos no esenciales de la legislación— destinado a orientar la financiación hacia actividades respetuosas con el medio ambiente.
Las quejas de los fabricantes de piezas radican en la ironía de que, en ese mismo documento, el montaje de automóviles eléctricos sí cuente como inversión sostenible, pero las partes que los forman, imprescindibles para el proceso, no. Ahora, Clepa recuperó un debate que lleva coleando todo el año y comunicó el inicio de una campaña de concienciación bajo el hashtag #FairTaxonomy (taxonomía justa, en español), a raíz de las quejas que dirigentes de empresas del sector trasladaron recientemente a Bruselas y de las que se hizo eco Politico.
Los proveedores lamentaron que ellos hacen una importante labor de I+D y, si las reglas no cambian, pueden ser discriminados en el mercado de inversores. Por su parte, desde la Comisión argumentaron que hasta ahora los componentes de VE no han entrado a la Taxonomía de Financiación Sostenible porque…
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