La ministra de Industria, que, desde que anunció en noviembre que se presentará como candidata del PSOE a las elecciones a la alcaldía de Madrid, está ejerciendo la ardua labor de compatibilizar su campaña política con la gestión ministerial, ha optado por una decisión drástica ante las críticas por los resultados del Perte del Vehículo Eléctrico (VEC).
De los 2.975 millones que cuenta este programa, solo se van a ejecutar 793,7 millones. Como dicta el guion de ciertas estrategias electorales, si vas a participar en una dura contienda tienes que minimizar al máximo los argumentos negativos que pueda usar de ariete el contrincante.
En este sentido, Reyes Maroto, secundada por su jefe de gabinete, Juan Ignacio Díaz Bidart, ha obrado al pie de la letra y ha realizado un movimiento sorprendente, como es descabezar la cúpula del área industrial de su ministerio, cesando al secretario general, Raül Blanco —su salida fue adelantada por El Economista—, y al director general, Galo Gutiérrez, colocándoles como responsables del pobre balance del plan de ayudas.
En el primer caso, a raíz de las informaciones en prensa, desde la cartera ministerial se remitió un comunicado el 23 de diciembre, en el que se anunciaba que se aprobaría su destitución en el Consejo de Ministros del 27 y a su vez el nombramiento de su sustituto, Francisco Blanco Ángel, senador socialista por Asturias. Mientras que, en el segundo, al cierre de edición, aún no se había desvelado el reemplazo ni hecho efectiva la marcha.
Pese a que las salidas se han relacionado con el Perte, Maroto, en una entrevista en RTVE, ha enfatizado que «no tiene nada que ver» y que hay momentos que requieren «relevos e impulsos». Los ceses llegan cuando faltan apenas tres meses para que la ministra abandone su cargo para dedicarse en exclusiva a la cita con las urnas y con el último ejercicio de la legislatura por delante, en el que quedan por resolver numerosos frentes de primer orden, como la aprobación de la Ley de Industria por las Cortes, la presentación de la segunda edición del Perte VEC o la resolución de otros proyectos estratégicos, como el naval, el agroalimentario y el de descarbonización industrial.
Un horizonte exigente para los nuevos responsables elegidos. La ministra, que agradeció a Blanco en el comunicado «su vocación de servicio público y excelente trabajo al frente de la Secretaría», destacando que «ha sido responsable de poner en marcha los Perte, que suponen la mayor inversión de la historia en política industrial en nuestro país», le ha buscado destino, aunque supone una degradación en su escalafón.
El puesto es el de director general de la Fundación Escuela de Organización Industrial, una escuela de negocios de titularidad pública de la que el catalán ya era presidente del Patronato de la fundación por su condición al frente del Ministerio.
Un senador con perfil docente
El nuevo secretario general, nacido en Gijón en 1969, es licenciado en ADE y doctor en Economía por la Universidad de Oviedo. Su carrera profesional ha estado muy ligada a la docencia, desde que en 1993 entró como profesor asociado en ese último centro, obteniendo a los cuatro años la plaza titular.
Su trayectoria en las administraciones arrancó en 2007 como director general económico financiero del Ayuntamiento de Gijón, siendo después concejal y en 2015 consejero de Empleo, Industria y Turismo del Gobierno asturiano. Finalmente, desde 2019 y hasta la fecha, ejerció de senador, siendo portavoz de la Comisión de Industria.
