En la incipiente carrera por la electrificación, conseguir la mejor batería se ha convertido en prioritario para el sector. Precisamente, una de las opciones con gran potencial en este ámbito son los acumuladores de estado sólido, caracterizados por tener mayor densidad energética —proporcionan hasta un 50% más de autonomía que los de iones de litio— y más velocidad de recarga, así como ser menos inflamables y de temperatura más estable, lo que permite prescindir de los habituales sistemas de enfriamiento. Todo ello, sumado, permite un recorte en los costes de hasta el 10%.
Una de las compañías que trabajan en esta dirección es Solid Power, que cuenta con una línea de producción plenamente operativa desde el pasado junio en su sede de Boulder (Colorado, Estados Unidos), como informó el número 626 de esta publicación. Entre sus principales inversores se encuentra BMW, que, además de ser de los primeros fabricantes en recibir algunas unidades para probarlas, ahora ha extendido su colaboración con la firma para poder abrir su propio piloto de celdas de estas baterías de estado sólido.
Así, la desarrolladora de estos acumuladores —como se define a sí misma, ya que siempre ha dejado claro que no se plantea ser productora a gran escala— ha comunicado…
CONTENIDO EXCLUSIVO PARA SUSCRIPTORES
Accede al artículo completo adquiriendo la edición digital de La Tribuna de Automoción o suscríbete al periódico durante un año para tener acceso a todos los contenidos. Si ya eres suscriptor, utiliza tus claves para disfrutar de la mejor información del sector.