Con solo un modelo 100% por baterías en su gama, el MX-30, la transición por la que otros fabricantes están echando el resto parecía haberse quedado un poco atrás para Mazda, algo que quiere remediar con su renovada estrategia a medio plazo. En ella, la electrificación juega un rol central, para lo cual —y aunque ni en la presentación ni en los comunicados lo desvelaron— destinarán 1,5 billones de yenes (10.420 millones de euros), como confirmó a posteriori el director general de Estrategia Corporativa, Akira Koga. Esta inversión no correrá solo a su cuenta exclusiva, pues la compartirá con sus aliados, otro punto clave de su nueva hoja de ruta.
Así, la compañía ha dividido esta nueva etapa en tres fases graduales. La primera, que abarca desde este mismo curso hasta 2024, se enfocará en impulsar la tecnología necesaria para la transición, mientras consolida su posición financiera, reduce costes y asienta sus cadenas de suministros.
En la segunda (2025-2027), se iniciará la electrificación, incluyendo el lanzamiento confirmado de nuevos modelos cero emisiones —la marca ha concretado que llegarán de cara al final del trienio— y de un sistema híbrido inédito, y la búsqueda de baterías, para lo cual ya han sellado un acuerdo con la china Envision. Además, no descartan los ecocombustibles y han refrendado que seguirán ofreciendo mecánicas térmicas para mantener la posición financiera necesaria para el cambio.
Finalmente, la tercera (2028- 2030) consistirá en el despliegue, ya a gran escala, de...
CONTENIDO EXCLUSIVO PARA SUSCRIPTORES
Accede al artículo completo adquiriendo la edición digital de La Tribuna de Automoción o suscríbete al periódico durante un año para tener acceso a todos los contenidos. Si ya eres suscriptor, utiliza tus claves para disfrutar de la mejor información del sector.