La Ley de Reducción de la Inflación es la principal baza de Joe Biden para las legislativas de medio mandato del 8 de noviembre. Sin embargo, la UE, Corea del Sur o Japón ya han mostrado su oposición a ciertos aspectos de ella. El texto contempla medidas para aliviar la subida de precios, como reducción de gastos médicos e impuestos a las grandes compañías, pero también contra el cambio climático, con incentivos al VE. Para ello, está dotada con 430.000 millones de dólares.
El problema es su sistema de créditos fiscales a los cero emisiones o PHEV, de 7.500 dólares para uno nuevo y 4.000 para un usado —este último inédito—, aplicable a hogares con ingresos de hasta 300.000 dólares/año o individuos de hasta 150.000 dólares/año. No obstante, solo se aplica a camiones, furgonetas y SUV de menos de 80.000 dólares y coches de menos de 55.000 montados en Norteamérica.
Por si fuera poco, parte de las baterías y sus minerales deben proceder de EEUU, de países con los que tenga un tratado de libre comercio en vigor, o ser reciclados en el norte del continente. El porcentaje es del...
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