El vehículo eléctrico ha vivido una auténtica revolución en los últimos 10 años. Ahora, que su papel como relevo de las motorizaciones térmicas se han confirmado y los primeros pasos hacia la transición están más que asentados, las insignias están dispuestas a ser cada vez más ambiciosas en el desempeño de sus nuevos modelos.
Entre los hitos a conseguir se encuentra que sean capaces de lograr unas prestaciones equiparables o superiores a las de uno de combustión, algo que por naturaleza ya consiguen, aunque han de soportar el handicap del exceso de peso por las baterías. De hecho, según ha revelado la plataforma británica Uswitch, las búsquedas en línea de deportivos eléctricos se incrementaron en un 400% durante 2021.
Por este motivo, la misma compañía ha lanzado un estudio en el que analiza cuáles son los más rápidos que pueden encontrarse en el mercado con esta mecánica. Para ello, se ha hecho un promedio entre su tiempo de aceleración y su velocidad máxima.
Porsche, Tesla y Audi a la cabeza
Y sorprende que, en este ranking, aparezcan junto a marcas de alta gama, variantes al alcance de un usuario medio, con propuestas muy competitivas. Entrando en detalle, la velocidad máxima es de 261 km/h, un registro que ostentan el Kia EV6 GT, el Tesla Model 3 Performance y el Porsche Taycan Turbo S.
Sin embargo, la gran diferencia radica en su capacidad para pasar de 0 a 100 km/h algo para lo que la berlina alemana solo requiere de 2,8 segundos, mientras que la de la firma de Musk se apunta 3,3 segundos y el SUV asiático, 3,5 segundos, bajando al cuarto lugar en la tabla de aceleraciones, y siendo adelantada en esta clasificación por el Audi e-tron GT RS, un coche que, si bien tiene una punta inferior —249 km/h, al igual que el Mercedes EQS AMG 53 4MATIC+— tarda lo mismo que el Tesla en alcanzar los 100 km/h.
No en vano, el familiar de los cuatro aros hereda parte de su tecnología del Audi RS Q e-tron, el eléctrico de autonomía extendida con el que Carlos Sainz participó en el Dakar de este año. Mención especial merece el Ford Mustang Mach-E GT, el único vehículo, junto al Kia, de una insignia generalista, aunque por sus acabados bien podría asentarse en la categoría Premium. Este, además, se sitúa entre los cinco con más autonomía del mercado, pudiendo recorrer 610 km entre cargas. En lo que respecta a los precios, Porsche también es la que propone el valor de salida más alto, 190.254 euros, mientras que la cifra más baja de la lista es para el Polestar 2 Long Range Dual Motor, que en España partirá de 53.190 euros.
Lo que está por llegar
Al margen de los datos recogidos por el estudio, hay una amplia gama de propuestas que aún no están a la venta y que prometen. Algunos tienen prevista su salida antes de que acabe el año, otros aún están en fase de estudio, pero ya se ha presentado el prototipo en el que se basarán.
Pero todos coinciden en la búsqueda de una velocidad máxima y una capacidad de aceleración cada vez más extrema. Ejemplo de ello son el Aspark Owl, un vehículo que promete superar los 97 km/h (60 millas/hora) en solo 1,69 segundos, con una punta superior a los 400 km/h; o el Rimac Nevera, con una aceleración de 1,85 segundos y una máxima de 415 km/h.
Fuera de lo que podría considerarse como gran lujo, también hay otras propuestas como los nuevos Tesla Roadster (402 km/h), S Plaid+ (320 km/h) o el X Plaid (262 km/h), cuyo sistema de puertas de ala de gaviota lo asemeja al mítico DeLorean. Asimismo, el Faraday Future FF91 (249 km/h) o el Rivian R1T (201 km/h), tampoco se quedan atrás. Y, si nos fijamos en el mundo de la competición o, simplemente, de los coches creados para la diversión en jornadas de puertas abiertas en circuitos, vemos cómo llegan propuestas interesantes como el McMurtry Spierling, un fan car con un diseño inspirado en el Batmovil que ha pulverizado el récord del Goodwood Festival of Speed, gracias a sus 240 km/h y su 0 a 100 de solo 1,5 segundos. Marcó el récord en la pista inglesa, donde no suele importar conseguir el mejor tiempo, aunque lograrlo impregna al vehículo de un halo de superioridad, con un registro de 39:08 segundos, mejorando en más de un segundo al Volkswagen ID. R, también eléctrico y vencedor en Pikes Peak.
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