Desde que comenzó a fabricarse en el año 2000, el modelo Doblò ha sido uno de los buques insignia de Fiat dentro de sus vehículos profesionales. Sus hasta el momento cuatro generaciones previas avalan el interés de los particulares y comerciales por un modelo que da el salto a la electrificación en su quinta era, para cumplir con los retos que presenta la actual transición ecológica.
La nueva versión de la Doblò se ensambla sobre la plataforma EMP2, que comparten en su segmento los vehículos del Grupo Stellantis, conocida como K9. Su montaje se lleva a cabo en la planta de Vigo, siendo así el primer producto de la historia de Fiat que se produce en España, y el 16º que la compañía de Tavares fabrica actualmente en la Península.
En cuanto a su nuevo diseño, cuenta con dos longitudes, —4.403 mm en su versión estándar y 4.753 mm en la ampliada—, 1.832 mm de ancho y una altura de 1,84m. Su peso máximo de carga es de una tonelada en las versiones térmicas y de 800 kg en la eléctrica, debido a la masa adicional que aportan las baterías. En su interior, se encuentra una de sus grandes bazas, un espacio completamente modular que puede ampliarse hasta los 4,4 m3 en la versión más grande, gracias a sus dos filas de asientos traseras que pueden abatirse, generando un suelo completamente plano, perfecto para transportar cualquier mercancía de forma segura, con una longitud máxima de 3,4 m.
Cuatro motorizaciones y mucha tecnología
Respecto a su equipamiento tecnológico, el fabricante italiano presume de contar con una experiencia de cero estrés en la carretera. Para ello, incorpora hasta 17 ayudas a la conducción, que van desde el reconocimiento automático de señales de tráfico, el Head Up Display, que proyecta la información más relevante sobre la luna, el asistente de cambio de carril o incluso el sistema Hill Descent Control que colabora en descensos de pendientes de más del 3%.
Dentro de sus posibles motorizaciones, la marca ofrece tres variantes de combustión y una eléctrica. En las térmicas, cuenta con dos opciones diésel de 1,5 litros con 100 CV, manual, y con 130 CV —disponible en manual y automática de ocho velocidades—, y una de gasolina de 1,2 litros y 110 CV. La cero emisiones posee un motor de 100 kW, con una velocidad máxima de 130 Km/h. Su batería de ion/litio de 50 kWh le proporciona hasta 280 km de autonomía.
En cuanto a los tiempos de reabastecimiento, en un punto de carga rápida de 100 kW, puede obtener el 80% de su capacidad en media hora. En uno trifásico de 11 kW necesita de cinco horas para lograr el 100% de la carga, mientras que en uno monofásico de 7,4 kW requiere de siete horas y media. Si bien, la empresa señala que el mercado de este tipo de motorizaciones es aún emergente —en el que además de la E-Doblò cuenta también con la E-Scudo y E-Ducato—, estima en torno a un 5% su peso en el total de ventas, con una demanda que creen que crecerá en los próximos años de manera exponencial y reconociendo una mayor penetración dentro de los furgones pequeños, debido a la necesidad de reparto de última milla electrificado.
Personalización sencilla y polivalente
En lo que se refiere a las preferencias del conductor, la marca ha apostado por simplificar el proceso con tres configuraciones —Van, Crew Cab y Combi— y un único acabado que es personalizable a partir de nueve paquetes de equipamiento que se ajustan a las necesidades de cada usuario. En cuanto a los precios, la compañía solo ha señalado que tendrán una cuota que oscilará entre los 210 euros al mes, con una entrada de 11.000 euros en el caso del e-Doblò —incluidos los 7.000 euros del plan Moves III—, hasta los 249 euros del Combi, con una entrada de 2.225 euros y puede adquirirse desde el 21 de junio, con fecha de entrega estimada para septiembre.
Respecto a sus estimaciones de ventas, la marca es muy precavida. Si bien creen que podrían hacerse entre 7.000 y 10.000 ventas al año, creen que ese volumen está sujeto a muchas variables, no solo coyunturales, como la crisis de los chips o la guerra, sino a cuestiones como, en el caso de los eléctricos, a la implementación de una red de carga fiable en todo el país, que dé cobertura a los usuarios.
Respecto a la distribución de esas operaciones por canales, han señalado que, en la versión de pasajeros, entre un 60% y un 70% de las ventas serán de adquisiciones privadas, mientras que un 30% serán por parte de autónomos. En su variante comercial, el 70% irá al renting, con unas ventas de autónomos inferiores a la otra opción y con compras anecdóticas por parte de particulares.
