El plan de Intel para impulsar toda la cadena de valor de los semiconductores en la Unión Europea tendrá una inversión de hasta 80.000 millones de euros, con 33.000 millones para la fase inicial. Hasta seis países —Alemania, Francia, Italia, Irlanda, Polonia y España— serán beneficiarios, pero el primero de ellos es el gran vencedor, pues ha sido elegido para albergar dos fábricas.
Ambas plantas estarán en Magdeburg, la capital de la región germana de Sajonia-Anhalt. Se espera que su construcción, dotada con 17.000 millones de euros, comience en 2023, y que en 2027 salgan las primeras unidades producidas allí. El objetivo es transformar la zona en lo que la tecnológica bautizó como Silicon Junction, el hub de microchips de la marca en el continente. Se crearán 7.000 empleos para su edificación y 3.000 puestos permanentes, una vez concluida.
Otro país reforzado es Italia, donde se creará para el montaje final, la que afirman será la primera fábrica de su estilo en todo el Viejo Continente. Su presupuesto es de 4.500 millones de euros y generará 1.500 trabajos, con la mira puesta en empezar a operar entre 2025 y 2027. La elección puede estar motivada por…
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