En la presentación de estrategia de General Motors el pasado octubre —en donde el fabricante anunció que se quería enfocar en servicios de movilidad y duplicar su facturación anual hasta los 240.000 millones—, el consejero delegado de su filial enfocada en conducción autónoma, Cruise, Dan Ammann, tuvo un papel protagonista: su empresa sería la encargada de alcanzar una cifra de negocio de 50.000 millones de dólares, con márgenes de hasta el 40%.
Sin embargo, el pasado 16 de diciembre, la CEO del fabricante, Mary Barra, demostró que ella y la Junta Directiva tienen el control y despidió al ejecutivo ante diferencias de…
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